02 noviembre 2009

Indicios aleccionadores

A la vista del bochornoso espectáculo que tiene lugar en nuestro país, ejercitado por políticos de toda ralea, empecinados en demostrar que el sistema político vigente sirve para incitar a las bajas pasiones de la codicia institucionalizada practicada por los poderosos, que suelen salir bien parados mediante el recurso a grandes bufetes provistos de medios para explorar la fronda legislativa vigente con hasta dos siglos de antigüedad, que alcanzan a sobreseer juicios incoados a las castas privilegiadas. Es llamativo el hecho que tiene lugar en nuestro país donde un juez estrella aparece continuamente en los media, al serle asignados la gran mayoría de los expedientes importantes compuestos de decenas de miles de folios y al que aún le queda tiempo para instruir pleitos internacionales. ¿Que queda para sus colegas.?

¿Que se puede esperar de sociedades en las que se recurre a la corrupción, mediante maquinaciones que parecen formar parte de la configuración genética de miembros de los distintos partidos atrapados en una pandemia de difícil erradicación. Se necesitarán generaciones para exonerar definitivamente del nefasto círculo vicioso generado por: codicia, ambición, avidez, etc,. de bienes materiales así como del prestigio y el poder, que da el dios dinero, sometiendo a los excluidos de tales privilegios a la férula irracional del sometimiento del hombre por el hombre.

Cierto que el tiempo contribuye a atenuar el rigor de las cadenas a que fueron sometidos nuestros predecesores históricos mediante: la ignorancia, la esclavitud, el colonialismo, los brujos, etc,.. pero quedan aún rémoras difíciles de erradicar, debido al ominoso instrumento que es el dinero que faculta a los ambiciosos y especialmente a los financieros, mediante manipulaciones propias de juegos de casino, causantes del crecimiento exponencial del paro en nuestro país. La injusticia social que generara el desempleo, en tiempos, en que existen expedientes capaces de evitar tamaño atropello de lesa humanidad, que aparte de privar a los afectados de la falta de medios de subsistencia en el contexto actual en el que, el despilfarro y la ostentación que hacen de ello los privilegiados, provoca tal humillación en las psiques de personas instruidas concientes de la injusticia a la que son sometidos, que no pueden más que renegar de un sistema manifiestamente inhumano que priva del sagrado derecho al trabajo y al sustento de los suyos a quienes desean ejercitarlo.

La misma crisis en la que estamos inmersos, que ha supuesto una momentánea ralentización de la economía, no ha producido el menor incremento del paro en países emergentes en los que la disminución de las exportaciones las han suplido con la realización de infraestructuras físicas y del conocimiento, que son más beneficiosas para sus naturales que las ventas de sus productos. Dicha experiencia ha demostrado que las finanzas como motor de la economía cuando éstas están en manos de los administradores del gobierno de los países, pueden ser encauzadas hacia el bien general, en lugar de estar al albedrío de los financieros que tras haber dilapidado los activos que les fueron confiados antes de la presente crisis, han sido resarcidos por los Estados con el dinero de los contribuyentes.

Apoyados en la anterior experiencia, que mediante la gestión por los gobiernos de las magnitudes macroeconómicas que tienen incidencia directa sobre los administrados, han evitado caer en las cíclicas crisis económicas que siempre se abaten sobre los más pobres en los regímenes del liberalismo económico. La racionalidad más elemental aconseja, que los apartados de la economía en los que radica la responsabilidad de los gobiernos para asegurar las mejores condiciones para sus administrados, deben estar bajo la permanente vigilancia y supervisión de las autoridades competentes en cada una de las especialidades, mediante la provisión de los agentes mejor calificados para el desempeño de cada una de las funciones que les han sido asignadas. En las reuniones del G-20 subsiguientes a la reciente crisis, se dedicó especial atención a la responsabilidad que tienen los gobiernos en tal cometido.

La economía moderna en su dimensión planetaria alcanzada con la globalización de los intercambios entre todos los países, entre sus obligaciones primarias, estará, el que los distintos gobiernos proporcionen a sus administrados las mejores condiciones de vida posibles. Para conseguir dicha finalidad, deberán asignar para cada uno de los cometidos específicos a los agentes más idóneos, que previamente hayan sido formados en los mejores establecimientos docentes existentes en cada país. La selección de los cuadros para el desarrollo de los cometidos de gobierno, en cada jurisdicción, será asegurado por medios informáticos que darán las mayores garantías de objetividad; un avance con respecto a las oposiciones clásicas.

Los gestores de las funciones de gobierno, que comprenderán todos los apartados claves que tienen incidencia directa en las personas, tales como: ecología, población, economía, ordenación del territorio, comunicaciones, urbanismo, vivienda, agricultura, transportes, aeronáutica, espacial, energía, educación, sanidad, investigación, farmacología,.... además de todos los cometidos clásicos desarrollados por los gobiernos en orden a asegurar la justicia, paz, seguridad, armonía,.... bienestar general de todos sus administrados mediante el uso de los inconmensurables bienes aportados por la modernidad.

Cada una de las entidades constituidas por los modernos gestores, se les denomina things tanks y a sus componentes convendría poderlos llamar SABIO-ÉTICOS, cuyas actuaciones serían fiscalizadas y consensuadas por todos los interesados y concienciados para ejercitar la función realmente democrática que hasta el momento no ha tenido en la práctica histórica una mínima virtualidad. Depositar una papeleta en una urna cada cuatro años, no puede tener el menor sentido común, al que pueda llamarse ejercicio de la democracia, que en su misma acepción etimológica significa intervenir en el gobierno que nos afecta a todos. Los medios modernos, instrumentos de los que nos ha dotado la técnica como Internet, tienen el potencial requerido para permitir la participación directa de todos los interesados en emitir sus opiniones en los temas de gobierno que se desarrollen en cada momento, pudiendo ser computarizadas dichas aportaciones por la informática para la que no existen límites: ni de espacio para que pueden tener cabida todas las opiniones que se emitan, ni por rapidez para ser computadas a tiempo y de forma que puedan recoger y calibrar el sentir general del derecho genuino democráticamente expresado por los ciudadanos. Si se dispone de los medios para ejercitar un derecho proclamado de forma altisonante por la publicidad sujeta a los intereses de las oligarquías que rigen la actual coyuntura, ello no certifica, que la real democracia no pueda ser ejercitada por parámetros más acordes con el bien común, representado por la igualdad de derechos de todos los miembros de cada comunidad.

La pandemia de corrupción que hoy impregna a sectores representativos de la sociedad española, del que tenemos noticia cotidiana estos días, no puede ser otro que la impunidad permitido por un sistema de gobierno heredado de adherencias de un pasado ominoso al que a lo largo de la historia, los pobres fueron sometidos por los poderosos. La cultura y el conocimiento que transpira por todos los poros de las sociedades modernas, dará al traste con las mentiras y triquiñuelas de que se han valido los aprovechados por el imperio de leyes obsoletas, hechas a la medida de sus burladores profesionales que solían salir exentos de castigo, sirva como ejemplo el caso Naseiro que salió victorioso de una acusación conocida por una grabación telefónica. Estos días, denuncias a partir de grabaciones, han permitido poner en la picota a personajes importantes imputados en el caso Gúrtel de la comunidad valenciana a la que pertenecía Naseiro.