Poner las cosas en su sitio
La crisis que padecemos tuvo su origen en los especuladores, que, en su huida hacia delante, crearon tan desorbitado volumen de dinero virtual, que solo en los EE.UU., fue necesario inyectar 700.000 millones de $ del dinero de todos, para evitar la banca rota, de: Bancos, instituciones de crédito, seguros, empresas,...lo que da idea de las astronómicas sumas de dinero virtual creado para alimentar el negocio de la especulación financiera, que representa el 90% del montante total de la economía mundial, dejando para la economía real, que comprende la totalidad de las producciones y servicios que genera la humanidad, el escueto 10% restante.
La diferencia abismal en la resolución de las dos grandes crisis económicas: la de los años 30 del siglo pasado, con la que padecemos actualmente, si bien, ambas tuvieron su desarrollo en los EE.UU. La primera se resolvió con la aplicación del llamado keynesianismo, consistente en crear puestos de trabajo, mediante la asignación de abundantes créditos del gobierno para obras públicas. En contraposición de la anterior, la crisis actual, se gestó a través de la concesión de créditos sin garantías ni control de ningún tipo, creando una burbuja inconmensurable de dinero nominal expresado en las cifras de los créditos concedidos a los que daban denominaciones (en inglés) diferenciando las operaciones a que iban destinados, quizás arropados por impositores de fondos, proclives a participar en inversiones de riesgo, asesorados por brokers, que recibían primas y bonus mediante jugadas especulativas de alto voltaje codicioso, dando pingues beneficios a cuantos intervinieron en los chanchullos. Esta modalidad de negocios, auspiciada por las Bolsas de: La City y Wall Street, por lo visto se las arreglaba para fabricar dinero por generación espontánea, a juzgar por los fondos sin fondo, que concedieron incluso a España, cuando ha trascendido estos días que el plan de austeridad anunciado por Zapatero es una imposición de la UE, para hacer frente a las deudas contraídas en los tiempos de euforia especulativa urbanístico-inmobiliaria que jaleaban los gobiernos: inicialmente el de Aznar seguido por el de Zapatero que han conducido a la lamentable situación actual.
La exposición que precede, es una simple intuición sugerida por el sentido común, sin contar con la menor noción de economía, no sería responsable meterse en semejantes berenjenales, si bien, a lo que tan pomposamente llaman ciencia económica, no haya habido ninguno de los grandes gurús de dicha especialidad que se percatara de la llegada del mayor cataclismo que ha conmovido al mundo en los últimos 80 años, por la incidencia capital que ha tenido en la vida de millones de personas, superior a cualquier hecatombe telúrica. No sería pensable en ninguna especialidad del mundo científico, donde los avances se logran a través de estrategias que guían las investigaciones, se pudiera dan una falta de previsión con tales consecuencias negativas como las que ha tenido esta crisis.
Con el recurso a posibles hipótesis que podrán parecer peregrinas, por lo arriesgadas, que no se dan en los circuitos de opinión homologados, nos permitimos incidir en aspectos que se atisban en la actual coyuntura y que no son objeto de consideración entre los tratadistas del tema en los debates políticos pero que tienen cabida en el anonimato de los blocs, que son paradigmas de la democracia, expuesto en la relación en la relación siguiente:
A) La globalización, inicialmente puesta en práctica por las multinacionales, estableciendo maquilas en países donde la mano de obra es barata, ha revertido contra quienes la iniciaron, instalándose en los países emergentes, numerosas industrias que requieren más mano de obra, mediante la deslocalización desde los países donde estaban las nuevas implantaciones, creando desempleo en los países de procedencias.
B) La OMC (organización mundial del comercio) dependiente de la ONU, que tiene como objeto la liberalización del comercio suprimiendo los proteccionismos, avalada por la globalización que suprime las fronteras al intercambio comercial, favorecerá a los que:
_tienen sueldos más bajos.
_factorías más modernas, al ser reimplantadas.
_fábricas dimensionadas con economía de escala para el suministro mundial.
_ contar con la logística que permita garantía de suministro a cualquier destino.
_ laboriosidad de los obreros agrupados en cooperativas autogestionadas.
_ ausencia de conflictividad laboral.
_ hábitos de austeridad consolidados por la miseria precedente.
_ orgullo y conformidad con los avances económicos percibidos.
C) Supuesto que las condiciones anteriores se dieran en algún hipotético país, se podría dar la situación que la competitividad tenida por la economía como el factor más aconsejable para alcanzar la prosperidad de los pueblos podría abrirse un nuevo paradigma superador del capitalismo, que en las sucesivas etapas de su preponderancia historia se ha valido de artes maquiavélicas para ejercitar la dominación de los pocos sobre los muchos.
D) Sin remontarnos a pretérito, la situación actual en que se encuentra nuestro país, sujeto a instrucciones emanadas desde el exterior, que supone la pérdida de autonomía, para gestionar los aspectos domésticos, teniendo que renunciar a principios ideológicos tan sagrados por los socialistas, como son tener que sacrificar aspectos cruciales del Estado de Bienestar, orientando los recursos económicos que tanto atesoraron los especuladores durante los años de vacas gordas, poniéndolos a buen recaudo en paraísos fiscales para que: después de haber prestado a los Bancos sumas considerables tras la crisis, los últimos días, nuestro gobierno ha tenido que ayudar a Grecia y al Banco Central Europeo para crear el fondo de protección contra los especuladores, con cuantiosas sumas que se han tenido que retrotraer de servicios que tendrían que ser reforzados como viene reiterando el gran economista español Viçens Navarro, partidario de la inversión pública para crear puestos de trabajo, en aplicación del keynesianismo que tan buenos resultados dio en la crisis de 1929 mientras que las restricciones adoptadas no aportan mayor actividad económica.
Por el contrario, a pesar de lo apuntado por miembros del gobierno, para que contribuyan más los que más tienen para salir de la crisis, nadie se atreve a confirmar lo que es vox pópuli, en la ciudadanía consciente que el diferencial de fortunas se está agrandando de forma exponencial en las últimas décadas, en que el capitalismo salvaje que impone a las rentas del capital impuestos que no llegan a la mitad de las de los sueldos máximos, lo que hace difícil de asimilar por el sentido común, cuando los especuladores para los que la única ética es la avaricia y la codicia, para acumular sin límites, sin que aporten nada plausible al acervo común de la humanidad, sin que se aperciban del sufrimiento de tantos abandonados de la sociedad insolidaria en la que estamos inmersos.
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