Argentina viva

Plagiando el título de un artículo de un observador político que ha recorrido dicho país, para tomar el pulso de cómo se desarrollan distintos: aspectos y tendencias, en segmentos sociales del gran país suramericano, que se encuentra en las puertas de la celebración del segundo centenario de su independencia, en condiciones inferiores si se toman como referencia los índices de prosperidad en que celebraron su primer centenario, cuando el estándar de vida de sus habitantes figuraba en los primeros puestos del ranking mundial, lo que queda lejos de darse actualmente, que según el autor es achacable a los desgobiernos del peronismo y a los crímenes cometidos por la dictadura militar, que actualmente están siendo juzgados, con militares encarcelados y la recuperación de hijos de ajusticiados que fueron arrancados a sus familias, les están siendo restituidos gracias a la revisión de la memoria histórica.

El caso argentino, que según el autor del artículo tiene traducción en muchos otros aspectos del país andino, de distinta incidencia a lo descrito en el párrafo anterior y que se manifiesta especialmente en los comportamientos de las nuevas generaciones que, en consonancia con otros muchos países del área, parecen haber despertado de la pesadilla del colonialismo y de la opresión ejercida por las continuas dictaduras sufridas tras su independencia. La celebración del primer centenario de la independencia argentina, coincidió con la llegada masiva de emigrantes mayoritariamente españoles, portugueses e italianos, que si bien fueron conceptuados en su momento como lo peor de cada casa, resultaron ser los más: audaces, aguerridos, aptos, para acometer la empresa pionera de levantar a los países de acogida con su trabajo y tesón.

En la configuración del mapamundi: político-económico- social, que nos presenta el horizonte mundial del futuro, puede tener gran incidencia el subcontinente sur y centro de América, que atesora grandes reservas naturales y humanas, donde la mayoría de dichos países, se están emancipando de la tutela impuesta por el coloso del norte con la frase de Monroe: “América es de los americanos.” El despertar escenificado por la mayoría de los mismos en los últimos lustros, demuestra que están tomando conciencia de los valores que aporta la modernidad a las nuevas generaciones, instruidas con la universalización de la información y la comunicación de los acontecimientos, el mestizaje facilitado por las comunicaciones: (a imitación de los vasos comunicantes), elección residencial superando fronteras. simplificando trámites, venciendo reticencias que obstaculizan el ejercicio de la libertad de movimiento.

La Unión Europea, constituye un precedente mundial de asociación de países, que tras la nefasta experiencia de la catástrofe material y humana, causada por las continuas guerras que tuvieron lugar en su exiguo territorio a lo largo de la historia, (especialmente por las dos habidas en el siglo XX), grandes figuras políticas de la época, exentas de prejuicios egoístas patrioteros, a mediados de dicho siglo, fundaron el mercado común del carbón y del acero, que ha desembocando en la unión actual de 27 países con distintas sensibilidades: personales, colectivas, históricas,... de las que se está en curso de configurar empatías mutuamente beneficiosas para todos y cada uno de los integrantes de los países que forman la unión, por vía de la instrucción y los intercambios de todo tipo, que caracterizan el sentir de los integrantes de las nuevas generaciones.

El grado de bienestar físico y mental, alcanzado por amplios estratos de población en estos inicios del siglo XXI, se debe en gran parte a las aportaciones hechas a la humanidad por el continente europeo, que si bien en el pasado siglo fue sobrepasado por los EE.UU., los que llevaron a término tal milagro, fueron en su mayoría descendientes de emigrantes europeos, que tuvieron la audacia de afrontar grandes desafíos y alcanzar cotas de la prosperidad material de la que disfrutan, si bien, nos puede enorgullecer a los europeos, que aún no han sido capaces de alcanzar las cotas de justicia social de que goza Europa con la conquista que representa el Estado del Bienestar que cubre en los países escandinavos que lo inventaron en los años veinte del pasado, la práctica totalidad de prestaciones de: educación, sanidad, pensiones de vejez, seguro de desempleo, asistencia a los desfavorecidos por limitaciones de todo tipo, es decir un estado benefactor que vela por sus súbditos, proporcionándoles ayuda y seguridad frente a sus necesidades fundamentales y protección garantizada frente a sus carencias.

El mundo, contradiciendo la frase más divulgada del Leviathan de Hobbes: “que el hombre, es un lobo para el hombre,” ha alcanzado en tiempos recientes, cotas de generación de artículos destinados al consumo y confort humano jamás soñadas por los que nos precedieron, si bien dichos logros, son neutralizados por el desorbitado crecimiento de la población mundial en el tercer mundo, cuyos países, carecen de las infraestructuras necesarias para alcanzar los beneficios que proporciona la modernidad. Será imperativo desarrollar los nuevos paradigmas arbitrando acciones, para tratar de paliar la mayor bomba de tiempo que tiene la humanidad; el diferencial demográfico y económico entre países que impide alcanzar la utopía de la paz entre los humanos, tras haber conseguido e incluso superado la suficiencia material de bienes de consumo y confort desembocando en el despilfarro depredador de la ecología, en el primer mundo, al tiempo que en los carecen de lo indispensable para subsistir.

Habiendo citado a Hobbes que junto a su compatriota Locke, predicaron por primera vez sobre las vías que podían conducir al entendimiento humano ejercitando la ética y la moral, que fueron escamoteadas al conocimiento humano por la larga noche del medievo en que solo se toleraba la fe ciega en otra vida, impidiendo a los humanos el ejercicio de pensar que es la esencia prístina de las neuronas que configuran la esencia del ser humano, hurtada durante milenios por los aprovechados del privilegio de monopolizar todas las ventajas, impidiendo ejercitar el pensamiento, que ha sido el factor por antonomasia que ha fructificado en los beneficios alcanzados por la modernidad, por el impulso acelerado que imprimen a la difusión del conocimiento compartido, las nuevas tecnologías de la información y la comunicación que
contienen el potencial del tesoro intangible por excelencia que supera con creces cuanto de material existe sobre el planeta Tierra: la sabiduría acumulada en la mente de los humanos, que solidariamente difundida y compartida por las futuras generaciones, permitirá alcanzas cotas de felicidad universal nunca soñadas.