15 junio 2012

Retorno a los orígenes sociológicos

La coyuntura actual de extrema fluidez en la que está inmersa la Unión Europea pendiente del resultado de las elecciones griegas del próximo domingo, habida cuenta de la importancia que tiene la magnitud de Grecia, que representa el 2,5% del conjunto de los países que constituyen dicha unión en valoraciones: de extensión, demografía, PIB,… da por sí mismo una idea de las dificultades inherentes a conseguir unanimidad para alcanzar acuerdos. Existen otros ejemplos como el obstáculo que supuso el referéndum negativo francés que impidió a la Unión Europea disponer de una constitución.

Los anteriores ejemplos representan solo la punta del iceberg, de las anomalías que se advierten en las relaciones sociológicas por las que se rige en este momento el mundo occidental sometido al poder omnímodo del dinero, al que se le confieren las funciones cruciales que afectan más directamente a la vida de las personas, como son: Haber eliminado la equidad, factor de capital importancia en la persona evolucionada, cuya racionalidad tiende a la igualdad en dignidad entre los humanos.

1. Haber situado a la competitividad como orientador de las actividades de la vida práctica de las personas, heredado de los irracionales, sometidos a los instintos de supervivencia, mientras que los humanos tienden a la solidaridad para alcanzar la paz de espíritu común.

2. La tecno-ciencia que ha coadyuvado decisivamente al progreso humano, podría servir de pauta de actuación, orientando los esfuerzos al logro de un fin determinado.

Los anteriores apuntes, sirven para poner en evidencia inercias aún vigentes, que lastran durante largo tiempo los comportamientos humanos a pesar de las evidencias que muestran los resultados exitosos conseguidos por grandes corporaciones industriales, que a lo largo de un siglo de cambios estructurales de todo tipo mantienen plena vigencia, certificando las ventajas de lo macro, sobre los micro, para rentabilizar las producciones, como han hecho las grandes industrias: automovilísticas, petrolíferas, energéticas, farmacéuticas, bancos,.. así como, las instituciones gubernamentales de los estados modernos, que garantizan a los ciudadanos la suplencia de necesidades básicas, que caracterizan a la vida moderna. Abundando en lo exitosa que se han demostrado en la práctica, la llamada “economía de escala” por su dimensión proporcionada a las funciones que desarrolla, no se comprende la furia con la que los retrógrados ensalzan las privatizaciones, creando minifundios para los emprendedores que se tienen por más competitivos que la economía de escala. Estos últimos tienen su función en desarrollarse en coyunturas esporádicas.

Las modernidades aportadas por la racionalidad tecno-científica que la globalización ayuda con la facilidad de desplazamientos, la logística, y las TICs ( tecnologías de la información y la comunicación) preconizan, sacando el mayor partido de los logros del progreso basado en la investigación , la planificación, la racionalización de los procesos productivos, mediante las aportaciones del conocimiento sistematizado, al tiempo que los resultados obtenidos por los métodos racionales esbozados, dan resultados exitosos constatados para que redunden en el bien del conjunto de las sociedades, nacionalizando los procesos productivos destinados al servicio de los pueblos en su conjunto en lugar de perpetuar las ventajas para las minorías privilegiadas, que a lo largo de la historia se han asegurado conservar para sí la parte del león mediante argucias tramposas, basándose en la ignorancia del resto de la gente.

Otras incongruencias que aún subsisten a pesar de los evidentes desastres a que conducen las guerras y los conflictos de todo tipo producidos por la codicia acaparadora de unos pocos en detrimento de la suficiencia de mínimos para otros muchos, necesarios para mantener una vida digna, mediante la escenificación del despilfarro más soez, para humillación de los indigentes, a los que no se les permite tener un puesto de trabajo para mantener a sus familias. Ello conlleva el regreso a la ley de la selva en plena modernidad que dispone de los medios para proporcionar a todos el derecho a la satisfacción de sus necesidades físicas y anímicas, dentro de límites racionales.

Un apartado que se hace difícil de asumir por la vía de la racionalidad, es la convicción de muchos filósofos e intelectuales de altura, en seguir manteniendo y a su vez transmitir la aseveración de Hobbes, de que el hombre es un lobo para el hombre, lo que se traduce en que no existe el amor que es la virtud capital del género humano, sin el que no existirían las aportaciones de los más insignes prohombres, que han dejado huella indeleble en la historia por su bonhomía y coraje en proclamar las virtudes que con la transmisión de su mensaje han enriquecido el acerbo civilizatorio. A pesar de ello, siguen vigentes los contenciosos humanos: enfados, rencillas, litigios, polarización de posiciones antagónicas, mediante partidos políticos que defienden intereses de clase contrapuestos, representados por la competitividad versus solidaridad, dando pábulo al ejercicio de la libertad democrática que como derecho inalienable del pensamiento es indispensable reconocer siempre que sea aplicado mediante referéndum u otro medio de consulta institucionalizado, que permita adoptar resoluciones consensuadas por mayorías institucionalizadas.

A través de los razonamientos que anteceden, nos permiten sugerir planteamientos que por supuesto no son originales si no que fueron alumbrados con un siglo y medio de antelación por Marx en su premonición de cómo el progreso cambiaría de forma crucial los hábitos de comportamiento de las personas mediante las producciones ilimitadas de bienes por la industria moderna y por el fenómeno interterritorial que produciría la globalización entre otras elucubraciones como tendencias a que conducen a la modernidad, tales como son:

1. La nacionalización de todas las instituciones que tienen relación directa con la vida de los administrados, tanto las industrias productoras de los bienes de consumo, como todas aquellas instituciones encargadas de proporcionar los servicios modernos necesarios a los ciudadanos, diferenciando de forma esencial y básica a los agentes destinados a ejecutar los trabajos, que en el período reseñado eran mayoría, (a los que denominó proletarios), diferenciándolos de los burgueses que eran los únicos beneficiados del producto de los trabajadores, previo a la creación de los sindicatos obreros que han conseguido con su esfuerzo, en el tiempo transcurrido, considerables reivindicaciones.

2. La eliminación de los partidos políticos que hoy podrían ser sustituidos por los thing tanks que son la selección de los mejores en cada especialidad dedicados a la administración de los asuntos comunitarios, elegidos directamente desde abajo por los involucrados en cada tema, que estarán obligados a dar completa transparencia de todas sus actuaciones mediante los modernos métodos de cómputo, de forma que sus actuaciones puedan ser conocidas por los afectados por las mismas.

3. La universalización de las informaciones instantáneas facilitadas por lo TICs, a través de las redes sociales permitirán a las futuras generaciones, convenientemente formadas, incidir en la defensa de sus intereses a través de las instituciones creadas ad oc, para la dilucidación de los conflictos de intereses entre personas, que se sienten amparadas por constituciones que se han dado a sí mismos, mediante actualizaciones de las mismas con procedimientos estatutarios por: consultas, encuetas, sondeos,.. que experimentarán una gran utilización para dar transparencia, eficiencia y justicia real a los litigios.

4. Tendrán que asignarse los medios necesarios para dar la mejor formación a los y las jóvenes, en igualdad de medios para todos y todas, puesto que las cotas de conocimiento alcanzadas permitirá sacar los mejores frutos prácticos de las comunidades humanas, si bien permitiendo individualmente elegir las enseñanzas que mejor cuadren a sus: gustos, apetencias, vocaciones, facultades,….para que se pueda configurar la vida de los agentes productivos través de la dedicación elegida, como derecho inalienable de tener un puesto de trabajo para el servicio de la comunidad y para la dignidad propia.

5. Últimamente se ha difundido en Europa, una especie de virus sociológico denominado austeridad, impuesta a machamartillo para la defensa de los intereses financieros, que han sido los autores de la mayor crisis económica conocida por las actuales generaciones. La austeridad: asumida, consentida, aceptada,… podría ser la mayor virtud a futuro para asegurar una ecología sana, compatible con la salud y el bienestar físico de los habitantes del planeta tierra, pero tal aserto contradice uno de los principios más afianzados del capitalismo del “laissez faire” actualmente establecido en Occidente, que testifica que solo el consumo a ultranza asegura la prosperidad. Ahora bien, la reversión impuesta en España por el PP con la austeridad extrema mediante continuos recortes aplicada en sus cinco meses de gobierno, contradictoria con la ideología de dicho partido, y los mensajes emitidos en la campaña electoral que les otorgó mayoría absoluta, nos preguntamos si podrán seguir gobernando con base en contradicciones tan flagrantes.