12 enero 2014

Efectos de la mundialización

Son legión, los llamados progresistas, que postulan la antiglobalización con argumentos ecologistas, defendiendo el retorno al paraíso poético y pastoril, conducente a la vida campestre, sencilla, favorecedora de formas de vida características de un pasado que fue el peor para los oprimidos, que nunca en la historia tuvieron la menor participación en la defensa de sus intereses, ni en la información de la marcha de los asuntos mundiales, que hoy, gracias a los medios de difusión, ni el imperio ha podido impedir que lleguen noticias de sus tropelías a todos los rincones del planeta.

Con la entrada en el nuevo año, se pone de manifiesto la alianza espuria entre las fuerzas del mal, como son: judaismo, talibanes, neoliberalismo económico, mezcla explosiva que sitúa al Medio-Oriente como el foco generador de conflictos que irradian su conflictividad al resto del orbe. Las matanzas de las que tenemos noticias todos los días, producidas en: Irag, Siria, Ejipto, las amenazas a Irán por su programa nuclear, a los refugiados palestinos de la franja de Gaza y últimamente a Rusia, para provocar el fracaso de las olimpiadas de invierno a celebrar en Sochi, son hechos que van orientados a combatir a los opositores del imperio a través de lobbys judíos, que persisten en mantenerse, como el efectivo gobierno mundial radicado en las finanzas especulativas, que mediante la manipulación de los fondos depositados en los Bancos por los ahorradores, se han hecho con el medio que les permite obtener mayores beneficios que los que producen todos los demás aportes hechos por el resto de los humanos.

La producción de los bienes y servicios tangibles, proporcionados a través del esfuerzo fehaciente desarrollado por las personas, en el caleidoscopio de funciones que ofrece la modernidad en todos los campos de la creación humana, no llega a equiparar la influencia otorgada a las finanzas virtuales especulativas, que son las que consiguen la gobernación de los países occidentales, a pesar de ser promotores de las crisis cíclicas económicas, que se abaten sobre los trabajadores, permitiendo que los ricos se hagan más ricos, aumentando de forma exponencial las diferencias entre los que más tienen con los indigentes, abandonados por las sociedades modernas.

La caricatura que se hace de la democracia, con las prácticas descritas más arriba, aplicadas por los poderes fácticos desde tiempos remotos hasta la actualidad, no tiene explicación que se sigan aplicando con la difusión del conocimiento difundido por los TICs recientemente, por la globalización y el intercambio que permiten. Las prácticas austeras aplicadas por la Unión Europea en los países del sur, han sido estrategias diseñadas para socavar los Estados del Bienestar Social alcanzados en dichos países, so pretexto que no son económicamente sostenibles, afianzando con ello el aumento del diferencial entre las clases sociales, que se ha desorbitado por efecto de la crisis económica actual. La referencia que hacíamos más arriba a los poderes fácticos, alusión que parece pasada de moda, con ocasión de los perjuicios ocasionados a los trabajadores, por las políticas causadas por el austericidio impuestas a los países del sur de la Unión Europea, vuelven a tomar vigencia con los tres jinetes del apocalipsis del mundo del trabajo, como son: los abrumadores ejércitos, prestos a ejercer la prerrogativa de la fuerza contra los países reacios a los dictados del imperio, el potencial del dinero erigido en dueño y señor de los países occidentales y las religiones instaladas en el Medio Oriente, que crean el mayor foco de convulsiones que se proyectan al resto del mundo. La última crisis económica europea del 2008, ha causado un retroceso de decenios a los logros

materiales y sociales alcanzadas por los trabajadores, que constituye el mayor aporte al progreso mundial alcanzado desde la Ilustración por el antiguo continente, que constituye el foco civilizatorio del que parten los avances tecnológicos transformadores de la vida de los pueblos y sus moradores, destinados a disfrutar de una vida digna, tan pronto sean erradicados de la faz de la tierra, los efectos causados por la codicia de los desaprensivos, culpables de los perjuicios infringidos a las mayorías de los sujetos activos que son los trabajadores de las infinitas formas productivas de bienes y servicios que abarca la vida moderna, incentivada por las prestaciones tecnológicas insertas en todas las fuentes del saber y el hacer actuales, con las que se espera alcanzar la racionalidad de los comportamientos humanos por vía de los cuales, llegar a establecer los postulados de bienestar supremo, que llevan a la felicidad.