¡Peligro!: tratado trasatlántico

En un artículo, Ignacio Ramonet advierte el peligro que puede suponer el proyecto de acuerdo de EE.UU. y la Unión Europea titulado “Acuerdo Trasatlántico de Comercio e Inversión” (ATCI) entre las dos grandes conglomerados económicos mundiales de ambos lados del atlántico, en la defensa geoestratégica del neoliberalismo económico, amenazado por el coloso chino que al paso que vamos, en pocos años les superaría mediante la estrategia que viene aplicando de nacionalizar los renglones cruciales de la economía, en imitación de las multinacionales que son las que mejor han resistido al paso del tiempo por la ventaja en aplicación de la economía de escala, que las empresas estatales pueden mejorar en volumen, al tener al Estado como garante en contraposición a las privatizaciones del sistema neoliberal, que prioriza a las PYMES como creadoras de puestos de trabajo en la coyuntura de recesión actual.

Al anterior acuerdo, le han dado prioridad y urgencia en su elaboración por la fuerte oposición que le oponen: la izquierda europea, los sindicatos, las ONG, por las asimetrías que se dan entre los sistemas americano y europeo respecto del Estado del Bienestar, ámpliamente asentado en Europa y con escasa implantación en los EE.UU. Se especula que dicho tratado se está elaborando con poca participación democrática, debido a que son las multinacionales las que quieren imponer la masa crítica del capital dominante en el mundo occidental, concernido en que la austeridad para bajar los sueldos y demás ventajas sociales de los trabajadores hace a las empresas más competitivas en el mercado internacional, sin haber caído en la cuenta que la austeridad impuesta a macha martillo a las mayorías trabajadoras ilustradas de nuestro tiempo, merma sustancialmente los rendimientos laborales de los verdaderos creadores de la prosperidad de los países que son los currantes, frente al entusiasmo que despierta la mejora del nivel de vida que experimentan los trabajadores chinos, de los que dicen que están participando preferentemente de los beneficios generales del país, mientras que a los asalariados del mundo capitalista les son recortadas ventajas antes alcanzadas, por la recesión causada por la crisis económica, que desmoraliza.

Es cierto que las ventajas aportadas por el capitalismo a la riqueza de los pueblos, es un activo atribuible al progreso general gestado en los centros del saber que han tenido su preferencial asiento en las naciones punteras de Europa y en el siglo pasado en EE.UU. lo cual no es óbice para que el pensamiento tuviera que estar monopolizado por dichos emplazamientos, que ahora se está difundiendo a través de las TICs, por la intermediación mediática por toda la extensión planetaria, de forma que las esencias prístinas del pensamiento humano serán compartidas por toda la comunidad humana evitando con ello que sigan siendo para beneficio exclusivo de los poderosos, como lo habían sido a lo largo de la historia de la humanidad que nos ha precedido. Los que han mantenido las claves de la gobernación de los ciudadanos del mundo mediante artimañas legales fijadas en leyes y constituciones, que en algunos casos tienen una centuria de vigencia, por la tendencia humana a perseverar en las inercias y costumbres adquiridas, tendrán que ser derogadas cuando el conocimiento de los especialistas en los cruciales aspectos que afectan a las mayorías, se constituyan en las vanguardias del progreso a nivel planetario. El cambio estructural para llevar el conocimiento al poder, tendrá que partir de los que desempeñen las infinitas tareas que requiere la modernidad, es decir de lo que antes se denominaban funciones laborables, en cada una de las cuales tendrán que ser sus componentes los que designen democráticamente a sus mandos, de los que surgirán los que por vocación o por las facultades demostradas en el desempeño de sus funciones, consigan alcanzar las cotas de gobernación a las que sean acreedores.

Lo expuesto anteriormente podría constituir la más radical de las revoluciones que han tenido lugar a lo largo de la historia, si bien solo podría devenir por la vía pacífica como mandan los cánones del conocimiento humano, que solo progresa con aportaciones efectivas elaboradas en las neuronas de los sabios, que demuestran últimamente a pesar de las deficiencias que aún se advierten en numerosos aspectos de la vida de las personas y consecuentemente de las comunidades constituidas por las mismas, si bien se están advirtiendo síntomas en los que se han alcanzado resultados espectaculares como son por ejemplo que para la producción de alimentos que hace un siglo se requería el trabajo de la mayoría de las poblaciones para provisionarlos y que hoy bastan el 2% de las poblaciones para suplirlos con abundancia. Se podrían aducir otros miles de ejemplos que sería prolijo enumerar, de cómo el progreso racionalizado sería un arma superlativa para proporcionar el bienestar de las personas.

La utopía que antecede, solo tendrá cabida mediante la llegada de la revolución por antonomasia, consistente en que surja un patrón de ejemplaridad humana en el que se haga tabla rasa de tanta: mugre, inmundicia, óxido, privilegios otorgados, fortunas heredadas, posesiones acumuladas, poder del dinero, castas favorecidas, en general rémoras contrapoducentes,…. que enlodan los caminos que tienen que recorrer las actuales generaciones, conscientes de los obstáculos que se oponen a la racionalidad que permitiría saborear los frutos del progreso moderno, si cada ser humano, al iniciar la aventura de la vida, contara con los medios de los que les provee la modernidad para desarrollar sus aspiraciones y proyectos, con el entusiasmo propio del dinamismo juvenil en que cada uno daría muestra de hasta donde pueden llegan su vocación sus méritos para llevar a término sus aspiraciones, ayudados por la comunidad de la que forman parte, que le pondrá los medios para desarrollar sus potenciales facultades para beneficio de todos.

El factor capital para llevar a término las desideratas expuestas, estará sobre la mesa de las futuras generaciones, que son las vías del conocimiento ya adquirido que tiene un desarrollo exponencial a partir del instrumental disponible, puesto al alcance de todos por los multimedia de la difusión como son: Internet y los teléfonos móviles, que ponen en el bolsillo de todo operador aleccionado para su uso desde niño, toda la sabiduría existente en el mundo puesto en evidencia últimamente, en que los secretos mejor guardados por el llamado imperio de nuestro tiempo, han sido difundidos por dos personajes vilipendiados por haber puesto en conocimiento del resto de la humanidad, documentos que comprometen a sus emisores, sin que el brazo de leyes que solo favorecen a los poderosos, hayan llegado a castigar a quienes las infligieron.