29 julio 2015

Productos que da la tierra

Uno de mis hijos encontró en Internet, un escrito referido a Ricla, que es el pueblo donde nació su madre, que se encuentra entre Calatayud y Zaragoza, en donde acontecen los hechos que se relatan a continuación, expuestos por el ingeniero agrónomo Javier Train, al que se puede dar crédito por haber sido constatadas la existencia de los terrenos y los cultivos en los tienen lugar las producciones de frutas que se citan a continuación.

El pueblo de Ricla cruzado por el río Jalón, vivía tradicionalmente de los productos cultivados en la vega de dicho río, consistentes en pequeñas huertas y frutales para el consumo familiar, que se regaban a manta por medio del clásico sistema de acequias. El resto del terreno agrícola era secano, constituido por terrenos comunales, que se supone que a algún agricultor se le ocurriría de hacer un pozo que resultó satisfactorio para regar por goteo los frutales que plantara en el mismo. Este ejemplo sería seguido por otros, que a través del Ayuntamiento consiguieron el arriendo vitalicio de las tierras con el pago de unos 40 euros por hectárea.

Con la garantía de la continuidad del agua de los pozos que durante los más de 50 años que llevan en uso sin disminuir sus caudales, plantaron distintas clases de frutales hasta que dieron con las cerezas picotas de 3 cms de diámetro y un intenso color rojo tirando a negro que tienen gran aceptación en muchos mercados internacionales, que son atendidos con la producción de más de 4000 toneladas al año que produce Ricla, que representan por si solas, la cuarta parte de las que produce el famoso valle del Jertes en Extremadura, Según asegura el citado ingeniero agrónomo: Javier Train, la mayor parte de la producción de cerezas de dicha procedencia es exportada al estado árabe de Dubai por medio de aviones refrigerados desde Zaragoza, que son distribuidos a países orientales, principalmente a China donde alcanzan precios de hasta 13 euros el kilo, con los imperativos logísticos de que dicho producto no puede permanecer más de 5 días sin refrigeración lo que supone un reto tecnológico resuelto en nuestros días.

Lo que se expone más arriba, ha permitido asegurar trabajo para mil quinientas personas durante la campaña de recogida de la fruta que dura desde primeros de mayo hasta mitad de julio, que ha sido cubierto mayormente por la mano de obra de ciudadanos rumanos asentados en Ricla, que se dice que constituyen la mitad de su población actual. Siendo la falta de puestos de trabajo en nuestro país, el principal problema con el que nos encontramos, ejemplos como el expuesto, podrían dar salida a la mayor lacra económico-social que distorsiona la solidaridad de nuestros compatriotas, mediante fórmulas que pongan en explotación recursos como son el clima benigno del que estamos favorecidos por la naturaleza con el agua aflorada en este caso la tierra fertilizable de que disponemos abundantemente contamos con recursos necesarios para salir del paso.

La piel de toro que constituyen los dos países peninsulares: España y Portugal, en las numerosas proyecciones que recibimos asiduamente desde los observatorios situados en el espacio, nos permiten apercibimos de la posición privilegiada que ocupa la península ibérica en el planeta Tierra, al estar situados en un hipotético centro de gravedad, por su configuración cuasi pentagonal que la delimita, como avanzadilla en el Océano Atlántico, que nos hizo los descubridores del ignoto nuevo mundo para dar salida a la savia civilizadora de la Europa de la nuevas ideas, para que poco tiempo después, esparció por el mundo a través de los océanos por navegantes intrépidos el legado de la Ilustración, colonizando, asistido por ejércitos y comerciantes en general desaprensivos, pero que a la postre desembocó en el mundo actual beneficiario de los frutos del progreso científico- técnico, que permite a los humanos superarse.

Las ideas prodigadas por la infinidad de medios que permiten su difusión, son el mayor beneficiario para alimentar a cerebros inquietos que vierten al acerbo común el instrumental que permite a los humanos liberase de las ataduras que le sujetan a suplir las necesidades de los demás seres vivos existentes en la naturaleza que están sujetos a lo rutinario para asegurar su supervivencia, mientras los cerebros humanos de los genios actuales, están dedicados a que el instrumental con el que cuentan, les permita desentenderse de lo natural transferido a la máquina, orientando las inquietudes humanas de las infinitas orientaciones personales al mayor disfrute del tiempo y las preferencias elegidas por cada uno en beneficio mutuo.