29 julio 2015

Sacar partido a la coyuntura

En un recorrido por la cuenca portuguesa del río Duero, en la que tienen asiento los viñedos del renombrado vino de oporto, nos llamó la atención que en un principio las cepas solo tenía asiento en las vertientes menos pendientes de las colinas situadas a ambas orillas del río, que además se procuraban allanar mediante muros de piedra, para plantar las filas de cepas perpendiculares al río con lo seguían teniendo pendiente, mientras que la plantaciones actuales se hacen con las hileras de cepas paralelas al río, facilitando las distintas labores de: poda, sulfatado, recogida de la uva, en posición horizontal es decir escalonando la colinas, de la misma forma que en los que en muchos países del Asia oriental cultivan el arroz con el escalonamiento de las colinas de poca pendiente.

En la península ibérica existen grandes superficies de terreno en forma de colinas de suave pendiente, que no han podido ser aprovechadas para cultivar en ellas los productos tradicionales como son: huertas, viñedos, frutales, cereales,..por falta de los medios de los que hoy se dispone, para poder sacar partido de las ingentes superficies de terreno fértil que siguen desaprovechadas, en las que se han depositado durante siglos los restos orgánicos de hierbas que crecen en dichas colinas, que se han incorporado al manto de tierras cultivables, terrenos que pueden ser aprovechados con los medios de los que se dispone en la actualidad.

Entre los países que disfrutan de la mayor longevidad en el mundo, figuran los habitantes de la península ibérica, que según estudios debidamente acreditados por instituciones académicas de prestigio, son atribuidos en gran medida, a la alimentación preponderante que se hace de la dieta mediterránea en dichos países, donde al alto consumo de aceite de oliva virgen, le son atribuidos los mayores efectos, para la prolongación de la vida de las personas.

Dado que actualmente se dice que ha subido el precio del aceite de oliva virgen, por el aumento del consumo de los nacionales y además por la fuerte demanda contraída por los fabricantes de aceite, con sus clientes habituales del exterior, sin que haya aumentado en la misma proporción la producción de dicho producto, que se cultiva por lo general en tierras andaluzas de Jaen, en terrenos casi llanos, mientras que colinas de poca inclinación existen en la mayor parte de las regiones de España donde son susceptibles de cultivar los olivos por sus condiciones climáticas.

Tractores habilitados para toda clase de funciones, podrían escalonar numerosas colinas fértiles que existen en nuestro país para dedicarlas al cultivo del aceite de oliva virgen en terrazas de unos tres metros de anchura, donde se plantarían en el centro, olivos de la raza arbequina que se ha demostrado la más selecta, por la calidad de aceite que producen.

Los olivos en terreno de secano, se decía que se plantaban por los abuelos para empezar a coger fruto los nietos, mientras que mediante el riego por goteo se empieza a coger fruto después de cinco años de su plantación, y mediante una poda adecuada se pueden configurara los arboles en brotes verticales de considerable longitud a fin de facilitar la cosecha del fruto con peines de un centímetro de separación entre púas permitiendo arrancar de cada brote el fruto, que es superior al centímetro respetando las hojas que tienen un espesor de unos dos milímetros.

La cosecha se podría verificar mediante, dos medios embudos de unos tres metros de diámetro, de un material muy ligero, portados por sendos operarios que acoplarían a parte inferior del árbol para desembocar en un recipiente donde iría a parar el fruto ordeñado de la ramas por los mismos operarios portadores del embudo mediante los peines en forma de manos con los dedos de púas metálicas descritos más arriba.

Hemos dado un somero esbozo de lo que podría ser un yacimiento virgen, susceptible de crear un gran número de puestos de trabajo, que requeriría una fuerte campaña internacional previa, alabando las virtudes de la dieta mediterránea mediante el respaldo científico requerido, para hacer de un artículo eminentemente español, que incide directamente en la salud humana por lo que tiene una importancia capital de futuro en las preferencias de las personas.

Parece evidente, que una vez superadas las necesidades inmanentes al ser humano, por las prestaciones inconmensurables que están haciendo las tecno-ciencias en todas sus manifestaciones, que están liberando al ser humano de todas sus limitaciones y deficiencias heredadas de tradiciones redundantes en los errores seculares que representan las guerras que han conseguido ser enmendadas en parte, con acceso al racionalismo que proporciona la inteligencia de los mejores, exentos del mayor cáncer social que es la codicia, denunciada por el acceso al conocimiento de los hechos, por su difusión indiscriminada de los mismos a la totalidad de los miembros de las sociedades que permiten las modernas tecnologías de la información y la comunicación, con las que se cuenta en la actualidad.