25 diciembre 2015

Cumbre del clima

La reunión de París, a la que asisten el mayor número de mandatarios de la casi totalidad de los países del mundo, concienciados del interés que suscita para la humanidad la alteración de las condiciones naturales en las que se desenvuelve el planeta Tierra, por el efecto al que la someten los humanos con la proliferación desaforada de su población, que se ha multiplicado por tres en el transcurso del último siglo, para satisfacer a su egoísmo generado por la codicia, instinto heredado de tiempos de gran escasez en los que solo los poderosos podían gozar del disfrute de una vida digna.

Actualmente el conocimiento ha generado la cantidad y calidad de productos suficientes para el disfrute de una vida digna para los humanos, pero debido al aumento irracional de la población que se produce en el tercer mundo que determina las actuales migraciones que son difícilmente asimilables por los países ricos, causantes del mayor contencioso internacional en que se encuentra la actual coyuntura. Creemos que la intervención que tendría mayor utilidad en el momento actual, sería poner los recursos de que se dispone en la actualidad, para racionalizar el crecimiento demográfico del tercer mundo, a los ritmos que lo hace el mundo civilizado.

El consumo de energía requerido por la vida moderna, ha sido exponencial para suplir las demandas racionales del disfrute de gozar de una vida digna para las personas, para conseguir con los medios de los que dispone para un crecimiento demográfico racional de la población humana que lo permitiera, hipótesis que no ha sido explicitada en las deliberaciones de la Cumbre del Clima, cuando dicho considerando, tiene crucial incidencia en la resolución del problema planteado en dicha conferencia.

La revolución industrial, tuvo su inicio con la utilización del carbón como energía para mover la máquina, resorte por antonomasia para el progreso de la humanidad en aquella coyuntura, en la que tuvo lugar el mayor boom de crecimiento económico-social que han conocido los tiempos, en que los humanos se han erigido en artífices de sus ensoñaciones científico-técnicas, auxiliadas por las sucesivas energías que han ido apareciendo orientadas a liberar a los humanos de la servidumbres a las que les sometían los trabajos alienantes y la indigencia. El cuello de botella actual lo plantea la exigencia, de no interferir en los comportamientos establecidos por la naturaleza al astro rey que nos soporta: (El Planeta Tierra) del que habrá que respetar sus imperativos de sostenibilidad, si bien lo que parece tener una solución más efectiva, sería poner un STOP radical al crecimiento desorbitado, de las poblaciones de los países poco desarrollados, que podrían tomar ejemplo del comportamiento demográfico de los países punteros, en los que el aumento poblacional se ha estabilizado.

Los estudios que permiten anticipar las consecuencias que puede acarrear las condiciones climáticas del solar que nos sustenta: el planeta Tierra, es de sentido común aplicar sin dilación las medidas pertinentes para resolver el problema crucial, al que le someten las personas con riesgos inminentes de alteración de sus constantes habituales.

Los organismos de vigilancia multinacionales, instrumentos de los que nos hemos provisto, como la ONU, la actual Cumbre del Clima..,que cuentan con las garantías proporcionadas por los técnicos de todas las especialidades que toman parte en las deliberaciones de los temas cruciales que nos afectan a todos, forman parte del activo civilizatorio más importante de la modernidad con la provisión de medios antes orientados a la irracionalidad de las guerras, de las que aún se conservan resabios en países que se precian de ilustrados, cuando se está en vías de repudiar todo intento de acudir a tal expediente, que a no tardar, será tenido como el mayor absurdo concebido por la mente humana que con los medios de destrucción masiva de los que están provistos ciertos países, causantes de la desaparición de la vida sobre el planeta Tierra.

A pesar de las agoreras premoniciones que preceden, creemos que actitudes positivas como son los multitudinarios contactos que se establecen, cuando surge cualquier disenso entre las diferentes instancias humanas existentes, tienen lugar los pertinentes estadios de conversaciones entre los agentes especializados en los temas a dirimir las cuestiones en litigio, para encontrar salidas civilizadas en lugar del recurso a las armas y/o a la violencia entre seres racionales, que están provistos de infinidad de instrumentos legales para su resolución satisfactoria.