09 septiembre 2015

Indicios de cambios estructurales

A la vuelta de las vacaciones de verano se advierten síntomas de cambios estructurales en la configuración mundial de comportamientos humanos, que tienen incidencia directa en amplias poblaciones del planeta Tierra, con el hecho de la globalización, que repercute en todas las personas de forma directa, por los efectos trascendentales que lleva implícitos, que repercuten en las superestructuras básicas de la convivencia humana.

Pocos comentaristas político-futuristas, pronostican los efectos derivados del intercambio que tendrán los multiplicados contactos entre los agentes que ostentarán la representación de los infinitos aportes de la humanidad ilustrada que tendrá acceso fácil a todos los conocimientos acopiados a lo largo de los siglos por el homo sapiens, bienes que fueron monopolizados por unos pocos privilegiados en el transcurso de la historia que nos ha precedido, mediante las acciones ejercitadas por los poderes transmitidos y legados por herencia, depositados en la irracionalidad de los ejércitos para provocar guerras, para acaparar los tesoros materiales que permitían comprar con dinero todos los objetos y las voluntades de los escogidos para gobernar los pueblos, así como la disposición de las armas nucleares que les permitan constituir un cierto monopolio de las mismas, mediante escudos que les mantengan a cubierto en lugar de aceptar la eliminación de las mismas como pretendía Gorbachov.

Si bien el mundo se sigue gobernado por el ingente poder del dinero y de las armas, se advierten síntomas de racionalidad en el antiguo continente europeo, con el tratamiento que se intenta dar al problema migratorio de los pueblos sometidos a la irracionalidad de las guerras últimamente iniciadas por el imperio de nuestro tiempo, que desde las de Corea, a las últimas de: Afganistán, Irak, Libia, Siria,… someten a sus pobladores a las más aberrantes situaciones de supervivencia física y anímica, que la otra Europa imperialista que nos precedió, tratando de expoliar territorios mediante la Segunda Guerra Mundial a otras naciones, está dando actualmente muestras de aplicar indicios de solidaridad, en beneficio de los expulsados de las guerras en curso, beneficiando a los afectados por las mismas, dándoles asilo en su propio país para suplir mermas laborales consecuentes con el envejecimiento de la población alemana. Los síntomas de cambios sustanciales de comportamientos raciales, que se advierten en las actuales iniciativas de las autoridades alemanas, que en las dos guerras del pasado siglo XX, mostraban la mayor animosidad a los opuestos a sus pretensiones imperialistas frustradas, trastocadas con las mayores muestras de solidaridad con los extraños en la actual etapa, evidencian, un cambio estructural copernicano en el continente europeo, que ha sido, y sigue siendo modélico para el resto del mundo.

Asimismo consideramos una señal de cambio estructural económico, el que el gobierno chino baje los tipos de interés, que constituyen el medio por antonomasia del que se vale la institución capitalista mundial, al haber situado a las finanzas especulativas por encima de las elaboraciones reales de los restantes ítems que constituyen la producción de bienes y servicios, supeditados a los réditos alcanzados por los beneficios financieros por medio de los cuales permiten a sus poseedores, comprar las voluntades de los ciudadanos, con la publicidad mayoritaria monopolizada por el dinero, que condiciona las campañas electorales que prostituyen las elecciones llamadas democráticas, de las que salen los parlamentos que aprueban las leyes por las que se rigen los países, que están al servicio de intereses condicionados en gran medida por propiedades heredadas en detrimento de los méritos reales aportados por las personas.

Los países que hicieron tabla rasa de la virtualidad hereditaria, partiendo de cero, con sus revoluciones como fueron la Unión Soviética y China, han tenido crecimientos económicos superiores a los hereditarios alcanzados por el capitalismo, atribuibles a que el comunismo acogió por igual a todos sus ciudadanos para contribuir al progreso, mientras que el capitalismo lo está haciendo para favorecer a los privilegiados de las sociedades que son minorías, es incontrovertible que de la selección de las mayorías se logra mejores resultados que de las minorías. Las sociedades precedentes todo lo fiaron a unos pocos y no prosperaron, la modernidad toma distintos derroteros para prosperar consistente en solidarizarse con las mayorías.

Resulta incontrovertible, que si 1% de la riqueza mundial está en posesión de tan pocos que se permiten incluso provocar las guerras que afligen a la humanidad y que se permiten los más obscenos despilfarros frente a la inanición de tantos hambrientos que hay en el mundo, sería preferible que estuviera en las manos de los gobiernos de los que participan hoy día los ciudadanos, con los beneficios sociales del estado del bienestar.