25 diciembre 2015

Un silencio ensordecedor

El mismo día en que tuvo lugar el coloquio entre los cuatro candidatos que según las encuestas, tienen opción de formar gobierno, tras las elecciones del 20-12-2015 se publicó un artículo en el que se explicitaba que el mayor expolio perpetrado contra el fondo de pensiones español que permitió que fuera rescatada la banca española, causante de la burbuja inmobiliaria generada por la especulación bancaria, alentada por un crecimiento anual del precio de la vivienda del 15% y la deuda exterior tenía un coste del 3% durante la implementación de la burbuja inmobiliaria, es bien sabido que la banca concedió hipotecas sin garantías, aprovechándose de la ocasión para sacar provecho especulativo, sin el menor reparo a las consecuencias que ello pudiera acarrear a futuro, que han demoledoras para los parados.

Del episodio económico descrito en el párrafo anterior, en las tertulias de los representantes políticos en la actual campaña electoral, se guarda un silencio ensordecedor de las consecuencias de la crisis económica sufrida con especial virulencia en nuestro país, en el que la última legislatura del PP, ha supuesto el mayor retroceso: económico-político- social acaecido en la España democrática, con la mayoría absoluta otorgada al PP por los electores, causante del gran perjuicio a la clase trabajadora, para mayor beneficio de los muy ricos.

En el Cop21, la cumbre sobre el clima que ha tenido lugar en París los últimos días, se ha tomado conciencia de la importancia capital que tiene el cambio climático para el devenir de la humanidad, tema que ha sido eludido igual que en el del párrafo anterior, con un silencio ensordecedor en los debates habidos en la presente campaña electoral con lo aportado por los nuevos partidos, que persiguen cambiar el bipartidismo propio de la democracia española desde su advenimiento.

Las expectativas que se atribuyen al eventual cambio político-social que se puede producir en España, con alianzas entre partidos, que obedecen a la multitud de combinaciones en virtud del resultado de las urnas, después de la experiencia griega con el fracaso para salir del austericidio afín al neoliberalismo dominante en el mundo occidental, será difícil salir del círculo vicioso en el que nos encontramos, en el que los atributos que se conceden al dinero en posición del 1% de los lobbies mundiales, a los que se les han dado las atribuciones para gobernar a los pueblos, en desdoro de la democracia que reza: para cada persona un voto, será difícil cambiar los cauces por los que discurre la democracia representativa que contiene los ingredientes necesarios para que la codicia humana se imponga a la racionalidad, y el gobierno de los pueblos sea conferido a los más idóneos para tal fin y la propiedad de los medios determinantes del bienestar de las poblaciones radiquen en los Estados en vez de estar al arbitrio del 1% de la población. Tal desiderata, expresada en el plano ideológico por numerosos autores, se confronta con el instinto arraigado en el decurso de la historia humana, que ha permitido la preponderancia de la codicia sobre una igualdad graduada por la: meritocracia, la bondad y la dignidad de las personas en lugar de serlo por la herencia, condición que no cumple con la solidaridad entre las personas, que redunde el bien comunitario en lugar de procurar el egoísmo personal.

Las anteriores reflexiones están inspiradas en la utopía, susceptible de ser llevada a cabo por la modernidad, que dispone de los medios necesarios para ello, consistentes en elevar el listón del idealismo humano desde el materialismo ruin y rastrero del que tantas veces se hizo mención en los escritos de los grandes pensadores en el decurso de la historia, que nunca pudieron ser puestas en práctica como lo están siendo en la actualidad, en tantos y tantos ejemplos prácticos, que han elevado los rendimientos en ítems estructurales en millones por cien, como son por ejemplo: las minas a cielo abierto, la mecanización agrícola, y general, la robotización, la informática, la logística, las infraestructuras, el transporte, el acceso al conocimiento para todos a través del éter, la fiscalización de los hechos que afectan a terceros, así como infinidad de aspectos inabarcable.

Los beneficios de la modernidad tienen que contribuir a erradicar las inercias del pasado, en aspectos tan capitales como son, decir, que el trabajo encomendado a la máquina, tomada como el instrumento del futuro, es la que provoca el paro obrero, cuando los puestos de trabajo, son determinados en función del tiempo dedicado al mismo. En Inglaterra, de la revolución industrial del siglo XVIII trabajaban 12 horas al día 7 días por semana, incluidos los niños, en la Suecia actual trabajan 30 horas a la semana en lugar de las 84 de antaño, lo que supone una notable diferencia. ¿Cómo se puede aceptar que la máquina quita empleo?