Altermundismo o antiglobalización

Una cadena TV, en hora de máxima audiencia, emitió un programa en el que intervinieron los personajes más conocidos que se han ocupado de la antiglobalización, en el que expusieron los principales argumentos que forman el cuerpo de sus críticas, a la situación en la que estamos inmersos: beneficios desorbitados de las multinacionales, críticas a los organismos rectores del comercio mundial, protección de los productos agrícolas de los países ricos mediante cupos, subvenciones, aranceles, establecimiento de los precios de las materias primas y productos estratégicos en las lonjas de Londres, Nueva York.., paraísos fiscales, deuda externa, publicidad exhaustiva y engañosa, etc, etc,..
El desglose exhaustivo de los motivos de crítica que motivan los anteriores comportamientos por parte de los dueños de los recursos financieros y de los demás resortes de la economía es encomiable como ejercicio pedagógico para dar a conocer las artes espurias de que se valen los detentadores del poder omnímodo que se atribuye al dinero, muy por encima de cualquier otro atributo labrado por méritos personales. La propiedad y la herencia, se transmite hasta el infinito a beneficiarios que no han aportado un ápice al acervo colectivo.
Avances sociales que tomaron cuerpo de ley en el siglo pasado, lograron por vía impositiva la transferencia al estado benefactor la facultad de prestar algunos servicios básicos a los que carecían de recursos para mantenerse dentro de mínimos de subsistencia y dignidad humanas. La máxima acuñada por los favorecidos por la fortuna: la ecuación " a precio cero demanda infinita," justifica que todo ha de ser privatizado para que todo tenga un precio que deba ser satisfecho, ha tomado cuerpo en la actualidad mostrado en el reportaje TV citado al principio. El ejemplo expuesto del resultado que tuvo la crisis argentina de los años noventas, lo muestra gráficamente en dicho programa.
Las conclusiones extraídas del programa TV reseñado, se han quedado en las críticas reales y objetivas demostradas con argumentos sólidos, por parte de los intervinientes en él programa, denunciando los desmanes e injusticias que los poderosos aplican impunemente a la acción de gobierno, sin que hayamos encontrado la menor propuesta para salir del atolladero.
Es verosímil pensar, que aportar soluciones a la situación actual haga objeto de otro programa específico a tal propósito. Se nos ocurre pensar que la situación existente con ser angustiosa para los que sufren continuamente en sus carnes los desmanes de los hacen más ricos a los que les sobra todo, en detrimento de los que carecen de lo indispensable para sobrevivir, es punible de lesa humanidad para un principio ético elemental, La esperanza en el futuro apuntada por el obispo de la Teología de la Liberación y el epílogo, con el canto de un coro infantil compuesto de frases poéticas que anuncian que pueda existir una utopía factible, que traiga la justicia.
Acepto las risitas de los escépticos, a las que estoy acostumbrado por mis proclamas ingenuas. Nadie podrá rebatir que: la capacidad de producción de alimentos y de otros muchos artículos por no decir que de todos, hoy día, supera la demanda. No digamos si se aplicaran los medios anticonceptivos existentes para el control demográfico, que permitiera fijar las poblaciones con arreglo a las necesidades de cada entorno. La posibilidad de poner en práctica ambos recursos, puestos a disposición de la humanidad por la tecno-ciencia, nos abre una vía de esperanza, que en tiempos precedentes nunca se había tenido.
En poco más de un siglo, los humanos que habitan el planeta han pasado a ser de poco más de mil millones a seis mil millones. De tiempos no tan lejanos, se tiene testimonio histórico, de que una sequía, producía hambrunas causantes de incontables muertes por inanición. Hoy los ecologistas se lamentan de los destrozos que se inflingen a la naturaleza, por la tala voraz e indiscriminada de selvas y bosques, también por el expolio a las futuras generaciones de los hidrocarburos y el gas, todo ello permitido y/o ejecutado para satisfacer intereses espurios y/o para la supervivencia de los que no disponen de otro recurso al que echar mano.
Contrariamente, hay gobiernos que invierten ingentes recursos, en lo que yo llamo: enderezar los renglones torcidos de Dios, destinados a acomodar la naturaleza hostil, para ponerla al servicio de los humanos como son: las reforestaciones, regadíos, embalses, canalizaciones etc.
El planeta Tierra es susceptible de ser mejorado como todo lo existente, así como lo contrario, dependiendo de la acción que se emprenda: positiva o negativa, para cuyo discernimiento, será necesaria la participación de los especialistas, e incluso los profanos interesados en cada tema sometido a debate, previo a la ejecución, hasta la consecución del consenso preceptivo en función de la importancia del asunto tratado. Internet, será el instrumento idóneo para facilitar los intercambios de puntos de vista, entre los interesados.