Lluvia y sol
Los cambios experimentados por nuestro país en el transcurso de una vida han sido cruciales en múltiples aspectos. En las primeras décadas del siglo pasado, en que los recursos para asegurar la subsistencia dependían principalmente de las cosechas del campo y cuando el cielo se mostraba remiso en prodigar lluvias en un país dependiente en gran medida de ellas, el agricultor miraba a lo alto, obsesionado en encontrar signos de que llegaban las lluvias, para asegurar sus cosechas.
En confirmación de lo anterior doy testimonio directo de que Joseph Pla, en un estudio que hizo de las comarcas catalanas, afirmó que el índice pluviométrico de Les Garrigues (Lleida) era con diferencia el más bajo de Cataluña. Yo como natural de allí, puedo dar testimonio de que los payeses de dicha comarca, para aprovechar al máximo la poca lluvia disponible, modificaron la topografía de las colinas escalonándolas con muretes de piedra para evitar que las lluvias torrenciales desmoronaran los pequeños bancales de 2 o 3 metros de anchura donde plantaban olivos y almendros y las escasas lluvias se aprovecharan íntegramente. Nadie puede imaginar el ingente trabajo que supuso construir kilómetros de muros de piedra que se demostró imperativo para asegurar la vida de sus árboles. Les daba envidia ver que en otras regiones donde las lluvias son más generosas, se dan los olivos plantados directamente en las pendientes de las colinas.
Para los que hemos vivido aquellas etapas en nuestra infancia, la llegada de las lluvias tras largos períodos de sequía, son como un bálsamo vivificador que alegra el espíritu viendo el resurgir de las plantas que desde el amarillo mustio y tristón adquieren un verde exultante de plenitud, suplidas sus necesidades del líquido elemento para seguir con vida.
Hemos escuchado esta mañana con ocasión de las presentes lluvias, la entrevista hecha a Miguel Delibes hijo, en el parque de Doñana. Este tesoro ecológico, considerado el mejor paraje natural de Europa, que se mantiene a cubierto de la depredación que hacemos los humanos con el dichoso urbanismo - tan debatido estos días - que invade terrenos agraciados por la naturaleza, a este paraíso turístico que es nuestra piel de toro, si sabemos conservarla y mejorarla a fin de sacar el mayor provecho de la misma, con el esfuerzo colectivo.
La descripción hecha por el Sr. Delibes del parque de Doñana: sus lagunas, sus pinares, sus dunas, y muy especialmente de la gran variedad las especies zoológicas (preferentemente aves zancudas) que lo pueblan en esta época en que tienen lugar las migraciones; ¡ha sido una delicia escucharle!. Pero con todo lo que más me ha llamado la atención, ha sido la razón a la que se atribuye la conservación de tan maravilloso entorno natural; en él, no se daban las mínimas condiciones para que se establecieran los agricultores; debido a los humedales que no permitían los cultivos y a la aridez de las marismas. Así quedó libre de la interferencia humana, una zona de territorio en la que pudo desenvolverse la naturaleza con la espontaneidad requerida para desarrollar todo su esplendor.
Además del Parque de Doñana, contamos con otros muchos parajes naturales dentro de nuestro maravilloso país, no todos ellos de servicio público y muy especialmente de quienes nos visitan tan asiduamente, como son los turistas. Hacíamos alusión más arriba a la imperiosa necesidad de la lluvia para nuestra subsistencia; hoy han cambiado drásticamente las necesidades para asegurarnos las mejores condiciones de vida mediante el principal recurso con el que contamos: “ el sol ” más generoso que la lluvia, en nuestros lares.
Vista la tendencia irreversible de que el turismo, un fenómeno cuyo crecimiento consolidado en nuestro país, (que ocupa uno de los primeros puestos en el ranking mundial), y que cuenta además con espacios para su crecimiento, si se diseñan estrategias acertadas y equipos idóneos para llevar a buen puerto planes de expansión de este renglón de la economía, al que deberían asignarse considerables recursos y medios para crear las infraestructuras necesarias, con las que absorber su futuro desarrollo.
Convendría crear nuevos yacimientos para un turismo en expansión, destinando extensiones vírgenes del territorio,(cuando la Unión Europea ofrezca incentivos para abandonar cultivos agrícolas no rentables debido a la escasez de lluvias que padecen muchas regiones de España); para dedicarlas mediante una reforestación intensiva, a reservas cinegéticas para atraer a turistas centro-europeos amantes del deporte de la caza, para ejercitar una afición que les es vedada en muchos países por falta de espacios vírgenes.
Si los espacios naturales conjuntamente con los numerosos tesoros artísticos con que cuenta nuestro país pertenecientes al Patrimonio Nacional, fueran debidamente publicitados por las agencias de turismo a los cinco continentes mediante spots en Internet desarrollados por los mejores artistas del gremio, sorprenderían al mundo con el catálogo de maravillas escondidas en: museos, monumentos arquitectónicos de todas las épocas y estilos, iglesias, castillos, ruinas arqueológicas, reliquias, etc,..tesoros ocultos de inconmensurable valor, que forman parte de la historia de un país hollado por numerosas civilizaciones que han dejado en él su impronta..
Para planificar un proyecto de tal envergadura sería indispensable una acción concertada en la que se aunara lo mejor del potencial del país, por tratarse de una cuestión de estado, de la que dependerá en gran parte el bienestar de las futuras generaciones. Desgraciadamente poco se puede esperar de un número importante de nuestros conciudadanos, intoxicados por una sarta de mentiras divulgadas por medios de difusión apoyados por instancias que forman parte del propio Estado y sobre todo por el principal partido de la oposición, que sostiene posiciones inadmisibles por el más elemental sentido común, tales como: que la guerra de Irak no ha sido un desastre humano, que el 11M fue urdido por ETA, que el Estatuto Catalán iba a romper España, que la búsqueda de la paz en el País vasco, para que ETA deje de matar y extorsionar, lo presentan como un crimen de estado, habida cuenta que la promesa de Zapatero es que no se pagará un precio político por ello. Hasta aquí se han comprobado las tres primeras mentiras; la cuarta está en curso de serlo. ¿ Que se puede esperar de una parte importante de un pueblo que sigue consignas que se han demostrado falsas y cuya única finalidad es ganar las elecciones?
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