18 marzo 2008

Cambiamos de ciclo

Como introducción al tema, aportamos dos botones de muestra representativos del momento histórico actual:
1º) Estos días pasados, apareció la noticia de que en uno de los Emiratos Árabes donde los pobres emigrantes, que realizan el 80% de los trabajos efectuados en dicho país, protestaban por la subida del precio del pan consecuencia de que el biodiesel que se destina a que los ricos puedan quemar el alimento básico dedicado al sustento de los pobres, sin que se manifestara el menor comentario de los medios al respecto.
2º) La actualidad rabiosa que hoy acapara todas las primeras páginas de los media, es el levantamiento de los monjes de Tibet contra la ocupación china, que tras cincuenta años de haberse producido, ha llevado el progreso y la civilización a un país que a mitad del siglo XX estaba regido por un feudalismo equiparable al que regía en Occidente en el siglo primero de nuestra era.

Aceptando el derecho que tiene todo el mundo a opinar, la influencia crucial que ejercen los media en la formación del criterio de masas para nuestro particular punto de vista, resulta pedagógicamente demoledor, orientar las conciencias a que se pueda silenciar e incluso aplaudir que en unos regímenes feudales se construye hoteles de siete estrellas para disfrute de parásitos ricachones podridos de dinero, al tiempo de privar a los que trabajan de su sustento básico. Simultáneamente, se da pábulo a la permanencia de comportamientos como los de los monjes tibetanos, dedicados a entonar mantras y a que sus súbditos se arrastren por los suelos, en lugar de convertir un territorio privilegiado en solaz y disfrute de una parte sustancial de las sociedad actual sufriente de estrés, mediante estancias en el yacimiento idóneo para la cura de uno de los mayores azotes de la humanidad, como son los desarreglos neuronales.

No obstante, el impulso determinante orientador de los criterios generales, deben partir de los centros influyentes de poder, por lo que, una vez más, apelamos a la posibilidad de que la primera potencia del mundo pueda ser regida por un presidente, cuyas atribuciones, tanto por los textos legislativos del propio país, como por las ramificaciones de sus influencias de que disponen alrededor del mundo en todos los temas que condicionan la marcha de los acontecimientos de la humanidad, exceden a cualquier otro atributo personal, con el que pueda arrogarse ningún otro mortal.

En su ya comentado libro autobiográfico“La audacia de la esperanza” Obama, apunta
un cierto estriptis ideológico, recubierto por los velos que utilizan los políticos en sus planteamientos programáticos, prisioneros de los votos por la práctica democrática.
El libro citado contiene entre líneas cantidad de intenciones que veladamente apuntan a la asunción de posiciones humanitarias diametralmente contrapuestas a las prácticas llevadas a cabo por el actual inquilino de la Casa Blanca, como por ejemplo:
1º) En 1980 los ingresos de los altos preceptores en EE. UU., suponían 42 veces el salario medio, en 2007 es de 262 veces, ( escandalosamente abusivos)
2º) Que lo que nos une con nuestros conciudadanos, es superior a lo que nos separa y la virtud capital es velar por los que más necesitan.
3º) La dificultad intrínseca, en sus primeras elecciones, fue el tener que competir con candidatos mucho más ricos que él.
4º) Llamarse Obama tras el 11S contrapuesto, a Osama vin Laden junto al color de su piel y su condición humilde, requerían de una audacia y voluntad superlativas.
5º) Su oposición frontal a la guerra de Irak, en sintonía con las manifestaciones que tuvieron lugar en el resto del mundo, contrariando el sentir mayoritario de su país.
6º) Ha dicho que le preocupa sobremanera la imposibilidad de alcanzar consensos entre partidos rivales en democracia, incapaces de que prevalezca el bien general.
7º) Se declara crítico acérrimo del sistema de salud de su país, que a pesar de ser el más caro del mundo deja fuera de cobertura a 40 millones de sus compatriotas.
8º) También se lamenta del sistema educativo que ha sido el florón entre los logros de su país, hoy se siente rebasado por quienes enfatizan más en ciencia y matemáticas.
9º) No sintoniza con quienes apelan al recurso militar en lugar de la cooperación entre naciones para acabar con la pobreza que esclaviza el mundo.
10º) Según una apreciación extendida, del liberalismo perverso, las petroleras, los abogados codiciosos los fanáticos religiosos, etc, distorsionan enfoques constructivos.
11º) Alaba el empeño de Bob Kennedy hasta su muerte, por redimir la pobreza, al tiempo que maldice el insidioso poder del macartismo y su elogio del New Deal.
12º) La contradicción entre el artículo de la Constitución que separa la Iglesia del Estado, contradice el que para ser investido presidente haya que jurar por Dios.
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La anterior declaración de principios, parecen formar parte del estiptis ideológico del prólogo del libro “ La audacia de la esperanza” de Barack Obama, sin embargo en los sucesivos capítulos, se cuida de añadir sucesivos velos que atemperen sus iniciales pulsiones sociales, como corresponde al oficio político en democracia, inicialmente subsidiario de los votos para ser elevado a la magistratura que permite ejercitar la acción de gobierno.

La sutileza diplomática necesaria para llevar a buen término la exhaustiva campaña electoral en EE.UU. que dura un año, requiere de condiciones excepcionales de los candidatos demócratas en los presentes comicios, en que se enfrentan dos aspirantes
atípicos; desde su fundación, el gran país americano nunca ha tenido un presidente mujer, ni negro. Esta inédita circunstancia determina, una confrontación cainita no por una especial aversión entre los dos candidatos, sino, por llevar a cabo una misión orientada a favorecer uno de los dos colectivos más discriminados en aquel país.

En condiciones normales, tal y como se desarrollan las precampañas electorales en U.S.A. cuando se dan deferencias significativas entre el número de delegados de los candidatos el que queda rezagado tira la toalla, como ha sido el caso actualmente en el bando republicano, pero entre Hillary y Obama las distancias que les separan son cortas y las espadas siguen en alto, por lo que la elección del precandidato demócrata se puede decantar por cualquiera de los dos.

Se especula también, sobre cual de los dos precandidatos demócratas estaría mejor situado para vencer al republicano, lo que hace cruciales las sucesivas aportaciones al discurso de cada uno, para ilusionar a sus respectivos votantes. El ejercicio necesario, para acreditar un equilibrio político fuera de lo común, será condición necesaria para decantar una partida en la que se juega gran parte de los comportamientos humanos en el ámbito universal, conocida la influencia y el poder que ha ejercido durante el siglo XX el gran país americano, en los asuntos señeros de la modernidad como:
La ciencia y su aplicación práctica a todos los órdenes de la vida.
La difusión del conocimiento, mediante los medios audiovisuales.
El cine, como medio propagandístico para dar a conocer a su país.
El fordismo que ha permitido elevar las producciones en progresión geométrica.
La difusión mundial de la eficiencia productiva de los lobbys multinacionales.
También la institucionalización universal del chovinismo más excluyente, que les ha dado prioridad de sus intereses sobre los demás, incluso recurriendo a la guerra.