¿Puede existir otro mundo mejor?
La utopía es para el laico, lo que la fe para el creyente: la búsqueda por medio de la imaginación de ideales de confraternidad humana y bonhomía, para unos, basado en el empirismo científico, para otros en verdades reveladas; los dos proporcionan estados anímicos placenteros, en los que se regocijan los espíritus.
La comunidad humana, ha estado sometida a los que concibieron trucos: arteros, despiadados, sutiles, engañosos, etc...aplicados en cada circunstancia propicia, para conseguir que los demás rindan los frutos de su esfuerzo en beneficio del explotador. El recurso por antonomasia de que se han valido los listillos para alcanzar sus fines, ha sido mantener en la ignorancia a sus vasallos, sin descartar el recurso a otras artimañas como: la fuerza represiva, el monopolio de la riqueza transmitida por herencia, la escasez crónica de recursos disponibles para dar satisfacción a todos, la publicidad espuria con mensajes que distorsionan la verdad, leyes mediatizadas por los establecidos, la especulación que proporciona mayores beneficios que: el trabajo, el conocimiento y el esfuerzo, las finanzas virtuales de las que se sirven los brujos económicos para manipular con los fondos de sus ingenuos poseedores, los paraísos fiscales para que los ricos evadan impuestos, la privatización paulatina de la mayor conquista puesta al servicio de los pobres que es: “El Estado de Bienestar” y un sin fin de artilugios de que se valen los poderosos para anteponer sus intereses al estricto sentido común, manteniendo su consigna favorita: “ la explotación del hombre por el hombre.”
Resulta inaudito, que en pleno tercer milenio, sigan teniendo vigencia conductas tan aberrantes como las expuestas en el punto anterior, cuando el boom de conocimientos y la difusión de los mismos, cubren toda la superficie del planeta. Presenciamos estos días en nuestro país, como mensajes de la derecha mesetaria son asimilados por gente pobre, aún subsidiaria del pensamiento caciquil del siglo XIX, afianzado por la anomalía franquista de la que es heredera la extrema derecha española, hoy, bien representada en la dirigencia del PP. Dichos pobres, creen que solo los instalados están facultados para regir los países. Votándolos traicionan sus propios intereses.
A despecho de tamaña incongruencia, como la suma de votos pobres que van a las arcas del PP, para que se lance a tumba abierta a privatizar: sanidad, educación y pensiones, etc,.. para gloria de la filosofía llevada a la práctica por el gran valedor del PP de las dos últimas legislaturas: Bush, del que nunca han hecho la menor crítica, sino la defensa a ultranza de sus postulados, cuando en los EE.UU. se entona un grito estentóreo de cambio, nada menos que por un negro: Obama, que entona en sus discursos, cantos de optimismo, de bondad, de solidaridad, entre los humanos y los pueblos que pueblan el universo.
Hoy, se alumbran amaneceres luminosos, provenientes de donde nace el sol, con crecimientos económicos de dos dígitos durante las tres últimas décadas, sin los tropiezos característicos las crisis cíclicas del capitalismo. Este hecho constituye la mayor victoria humana para erradicar la pobreza de la faz de la tierra, que representa el factor crucial para redimir de la esclavitud más insidiosa con la que ha luchado la humanidad desde sus orígenes: “la indigencia”
El milagro del que se espera disfruten las generaciones del presente siglo XXI, al inicio del tercer milenio, es concomitante con los avances científico-técnicos alcanzados de forma exponencial en el pasado siglo XX, en todos los items de la producción de bienes y servicios. Hoy, poniendo a contribución los medios de que se dispone para implementar cualquier producción, mediante la concurrencia de medios optimizados con la programación y organización aplicadas por el método científico, aseguran resultados espectaculares. Como ejemplo, puede servir la construcción del mayor aeropuerto del mundo: el de Pekín, con un costo económico y un tiempo de duración de las obras, de un tercio de lo que costaría y demoraría su construcción en cualquier otro país del mundo, extremos confirmados por el autor del proyecto, el arquitecto británico Norman Foster.
La eficiencia que proporcionan los medios actuales para la optimación de resultados es proporcional a la programación concienzuda de los proyectos, con los previos estudios de viabilidad, su dimensionado acorde con la economía de escala, equipos robotizados y automatizados acordes con las últimas tecnologías, personal idóneo formado para los cometidos asignados y un mercado capaz de absorber lo fabricado, son, entre otras condiciones, exigencias para ser eficientes y competitivos.
El boom del liberalismo económico, que tuvo su traducción en el neocolonialismo, ejercitado por las multinacionales, que esparcieron sus tentáculos por todo el mundo en las pasadas décadas, se debía a que dichos lobbys-oligopólios contaban con mejor metodología industrial y económica, ejercida por cuadros cualificados, en las múltiples especialidades de las empresas, cuya única finalidad era ganar dinero. La modernidad ha alumbrado otras metas más ambiciosas y éticas, por las que además de optimizar la eficiencia, incorpora la planificación a largo plazo, para alcanzar beneficios: sociales, económicos, redistributivos, ecológicos, formativos, etc,...
La OMC (organización mundial del comercio) tendrá que tomar cartas para eliminar las subvenciones que aplican los EE.UU. y la U.E. para proteger sus productos de la competencia de los países pobres, consecuencia de sus bajos sueldos, condición que vienen exigiendo, el grupo de los 77 en las sucesivas rondas de los tratados.
Parte de la solución podría venir de la revalorización que vienen experimentando las primeras materias ( el petróleo a 100 dólares el barril) como consecuencia de los altos crecimientos anuales de las producciones, destinadas también a los países pobres, faltos de todo. Las economías vírgenes de territorios con buenas perspectivas para progresar, por haber mantenido sin explotar yacimientos de todo tipo: mineros, agrícolas, energéticos, turísticos, etc,.. cuando los países ricos, exhaustos por la explotación intensiva de sus recursos, puedan mostrar interés para dar salida a sus equipos tecnológicos en stam-bay por saturación de infraestructuras y también de técnicos que no encuentran trabajo de sus especialidades por descompensación entre oferta y demanda, por la dificultad de planificar las carreras en un mercado de trabajo tan aleatorio como el actual en que todo cambia y/o se renueva. Los países vírgenes que no han merecido otra atención que el pillaje de los colonizadores , están en condiciones de recibir con los brazos abiertos y de ofrecer los mayores incentivos y compensaciones para los jóvenes emprendedores, bien formados y con ambiciones profesionales de futuro, revertiendo el canje actual de los pobres en pateras, por tecnócratas en jets en sentido opuesto.
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