18 marzo 2008

La audacia de la esperanza (I)

Este título, se corresponde con el del libro escrito por Obama en el 2006, en el que expone rasgos interesantes de su biografía: su niñez, su inquietudes de joven idealista y su fuerte vocación política, seguramente imbuida en parte por la fuerte personalidad de su madre, que le transmite su percepción ética de ayudar a los desfavorecidos.
Durante sus estudios universitarios, costeados mediante créditos a devolver al estado tan pronto se perciben los emolumentos de sus actividades profesionales; en su caso los simultaneaba ayudando a los necesitados de un barrio humilde de Chicago.

Es previsible que circunstancias propias de una vida limitada en recursos económicos y en el contexto sociopolítico convulso de los últimos años setentas, se comprende que su inclinación política fuera liberal, que es la antítesis de conservador, según la denominación al uso en su país, ( lo que aquí entendemos por izquierda y derecha,) Ratifica esta apreciación por sus numerosas alusiones elogiosas que hace del New Deal de Roosevelt que dio trabajo a los parados de la gran depresión y de Bob Kennedy, que favorecía a los pobres, etc,...

El título de su libro “la audacia de la esperanza” traduce en síntesis, el esfuerzo que se requiere para afrontar con audacia desprendida la voluntad de hierro necesaria para superar en su caso, barreras tales como: su nombre Obama, tan próximo al denostado Osama bin Laden, su color de piel, históricamente discriminado, su condición socio-económica, al decir que de recién casado, trabajando ambos cónyuges, tenían apuros para pagar el alquiler del piso y los vencimientos de los créditos universitarios. No digamos los esfuerzos y humillaciones requeridos para la recaudación de fondos para las dos campañas políticas exitosas llevadas a cabo: una para el parlamento de Illinois y la otra para el senado de Washington. La campaña actual para la presidencia, dicen que le llueven los millones de dólares sin pestañear; lógico según el tópico: cobra fama...., si llega a la presidencia tendrá que centuplicar su audacia para acometer los problemas que se le plantean a su país.

La carrera política emprendida por Obama, ha sido una apuesta contra imponderables que solo se pueden acometer estando en posesión de dotes de inteligencia fuera de lo común, alentados por una fuerza interior solidaria con la gente, una fuerte vocación que impulsa a cumplir lo que los antiguos calificaban de designio mesiánico, encomendado a seres excepcionales destinados a influir en el devenir histórico del conjunto de la humanidad.

El panorama que presenta la actual coyuntura histórica, con la caldera en continua ebullición que ha contribuido a crear su país en ORIENTE MEDIO, con el doble propósito de proteger a Israel y gestionar las reservas de hidrocarburos de la zona, seguramente constituye el problema por antonomasia pendiente de solución que tiene en este momento la humanidad. La urgente actuación para acometer su resolución debe ser confiada a un personaje providencial con los respaldos necesarios que le permita aunar los esfuerzos coordinados de la comunidad mundial necesitada del consenso de las instituciones internacionales única instancia que puede tomar a su cargo la solución de los contenciosos surgidos en la sociedad globalizada.

Algunas deducciones de las condiciones que reúne el candidato Obama, sacadas del relato autobiográfico que desarrolla en su libro, que a nuestro criterio le habilitan para acometer la función que le asignamos más arriba, se basan en su cualidad contrastada de transmitir sus mensajes en la era de las comunicaciones, y del tacto diplomático del que hace gala en su libro, al no dejar traslucir sus intenciones en los temas tabú, que le podrían restar adhesiones de distintos colectivos y/o personas excesivamente polarizados por consignas obsoletas que han dejado de condicionar los comportamientos a futuro, pero que puedan restar votos.

El nuevo milenio que estamos inaugurando, traerá cambios trascendentales al punto de que se tendrán que aceptar catarsis personales y colectivas que traigan enfoques de racionalidad para por ejemplo: el desatino de las guerras, la tolerancia de las creencias, el cuidado del planeta que nos sustenta, la resolución de los contenciosos por vía de la negociación para asumir el mal menor para las partes en litigio, los intercambios de todo tipo para sacar el máximo beneficio recíproco, y así hasta límites insospechados al sustituir la rivalidad por la solidaridad humanas.

La racionalidad, aplicada a los pensamientos, a los comportamientos, a las acciones, etc,.. de los humanos en sus múltiples contactos facilitados por la globalización se impone como imperativo de los tiempos, que los líderes situados en el top de la influencia mundial, tomen las determinaciones pertinentes para salir del impás actual. Si Obama accediera a la máxima magistratura de mando a nivel universal, estaría en su mano imprimir un viraje sustancialmente positivo para que las relaciones entre los pueblos del planeta y las personas que los habitan mejoraran, como los cambios que tuvieron lugar en distintas épocas históricas en las que personajes geniales, hicieron aportes esenciales para la humanidad dejando huella indeleble de sus actuaciones.Por los antecedentes que obran en nuestro poder, creemos que Obama reúne las condiciones para desarrollar una misión digna como merecen los nuevos tiempos, con las metas alcanzadas por los humanos, en infinidad de actuaciones prácticas que contribuyen en hacer la vida físicamente más confortable, si bien las pautas de relación para alcanzar buen entendimiento, aún queda mucho margen de mejora.