23 diciembre 2007

Pautas de sentido común

Últimamente se advierte una actividad frenética por parte de los políticos que suelen acaparar los titulares por la incidencia que se les atribuye en la marcha de los asuntos mundiales. Sarkozy, presa de su hiperactivismo, político y ahora incluso sentimental se mantiene en la cresta de la ola desde el momento de su elección como presidente de Francia. Putin, por fin ha nombrado al delfín que le va a sustituir en la presidencia de Rusia, si bien subsiste la incógnita sobre cual será su futuro papel en la dirigencia de su país. Con todo lo más intrigante de la actualidad lo protagoniza Bush con su anunciado periplo por Oriente Medio, después de la campanada que quiso dar al mundo con la reunión de Annapolis, que como apuntan ciertas especulaciones tiene como finalidad eximir a su doble legislatura del desastre de Irak y otros desaguisados que han conducido a las incipientes crisis económicas y a la pérdida del prestigio de su país acumulado en logros sobresalientes en todos los campos ce actividad..

Las actuaciones multifacéticas de Sarcozy, vienen a cumplimentar la acción llevada a cabo en Alemania por Angela Merquel, que ha conseguido integrar a los dos grandes partidos del país en un gobierno de concertación (hecho insólito), en tiempo de la más absoluta normalidad; Sarcozy por su parte ha integrado en su gobierno destacadas figuras de la izquierda francesa. Los dos grandes de la U.E. están dando ejemplo para dirigir las actuaciones comunitarias por la vía del consenso ; el Reino Unido siempre ha estado escorado hacia sus hermanos del otro lado del Atlántico y Polonia cuyo gobierno anterior se salía de las pautas aceptadas por los demás países, sus electores se encargaron de relevarlo. La U.E. se configura como el ejemplo a imitar de unión de conglomerados de países, como sucesión de las patrias.

Los dictados del sentido común van acordes con la marcha de los tiempos, y las sociedades se acomodan a los medios que la modernidad incorpora con tal celeridad, que lo que hace un siglo requería años para producirse alteraciones drásticas de las rutinas adquiridas, hoy, enfoques revolucionarios inusitados, alteran lo afianzado en poco tiempo. Tomemos algunos ejemplos ilustrativos del anterior aserto:
1º) El ordenador nació para aplicaciones militares, pasó a las grandes empresas, para propagarse pronto a los hogares cuyas prestaciones de alcance universal, permiten realizar tal gama de cometidos que han alterado drásticamente las costumbres.
2º) El teléfono móvil ha revolucionado las comunicaciones a extremos inusitados.
3º) Europa, que desde que se tiene noticia nunca se había librado de guerras crónicas, ha hecho promesa formal de erradicarlas de su suelo.
4º) La pobreza, mal endémico azote de la humanidad en el devenir de los tiempos, será erradicada de gran parte de sus habitantes en muy pocas décadas.
5º) La alfabetización y la consiguiente culturización se extiende a ingentes masas de población desplazando a creencias integristas en los países emergentes.
6º) El planeta Tierra, es susceptible de acomodarse al mejor servicio de quienes lo habitan, haciendo un adecuado uso de los medios tecno-científicos disponibles.
No seguimos por no cansar con el infinito abanico de facultades potenciales latentes ................................................................................................................................
Las virtualidades que ofrece el sentido común, son derogadas, abolidas, desvirtuadas, por infinidad de condicionantes adquiridos por costumbre, tradición, inercias, etc,... que ofuscan las conciencias de quienes tendrían facultades para su aplicación y/o que, los intereses creados tradicionales, impiden romper apriorismos interesados, a los llamados aplicar la racionalidad. Veamos ejemplos:

1º) Las aportaciones de las experiencias de los pueblos en aplicación de normas para la convivencia a partir del derecho comparado, debe ser enriquecedor: se toma, o se deja, según el resultado de la prueba preceptiva previa a la puesta en práctica.
2º) Si la conformación de los cerebros de los integrantes de las sociedades modernas con el recurso a la educación, se orienta a la emulación de los mejores, incitando con los resortes psicológicos adecuados el entusiasmo de los actores de las sociedades futuras conducirá a metas de excelencia.
3º) El instrumento que mayor incidencia tendrá en la configuración de las mentes futuras será el Internet, al permitir mediante múltiplos intercambios de las opiniones a nivel personal con alcance universal, librando a los humanos de los embaucadores tradicionales: los corruptos, los especuladores y los que incitan al despilfarro.
4º) Las democracias que tienen en su exposición normativa ciertas virtualidades, por el contrario dividen a los votantes- según se desprende de su experiencia secular- en dos grandes bloques antagónicos, que defienden intereses de clase opuestos con lo que queda refutado uno de sus postulados básicos: la garantía de igualdad.
5º) El peor servicio que se puede hacer a una sociedad es crear disensión entre sus integrantes, el frentismo y la confrontación restan energías positivas, que afectan a los resultados del conjunto. La futura gestión de la cosa pública tendría que asignarse a burócratas contrastados por su currículo, asegurándose que son los mejores.
6º) La mejor garantía de que las sociedades futuras se orientarán hacia una mejora de la convivencia, mediante el intercambio de fórmulas proporcionadas: por el turismo, los viajes, las migraciones, los intercambios de estudiantes, y el testado de opiniones con encuestas contrastadas en todos los temas de interés.
7º) Se contará con las grandes lumbreras humanas, que crecerán como hongos en un mundo asistido por la tecno-ciencia, que librará a las futuras generaciones de tantas servidumbres que ahora nos abruman que se borraran de las mentes como una mala pesadilla. En el cultivo de la mente radicará el deber crucial de los humanos.
8º) La mayor parte de la problemática actual que preocupa a las personas del mundo evolucionado, proviene de nimiedades que se forjan en mentes calenturientas sin una causa real de su existencia, que serán resueltas con toda facilidad por facultativos de la ciencia psiquiátrica evolucionada pareja a las restantes del cuidado de la salud.