23 marzo 2008

Ante el fantasma de la recesión

En el libro autobiográfico de Barack Obama “La audacia de la esperanza” aparece el sustantivo cabildeo, término llamativo que juntamente con los más clásicos: aduanas, aranceles, subsidios, patentes, especulación, publicidad, herencia, privatización, .... y los españoles: diezmos y caciquismo, que son, entre otras acepciones, de las que se han valido los neocons, para la difusión de su ominosa política elitista como instrumento de dominación mundial, a la que se han adherido los defensores del liberalismo económico, para el mantenimiento del status quo del último de los colonialismos expoliadores del que a lo largo de la historia se han valido los privilegiados de la fortuna para someter a sus explotados al dictado de sus intereses.

Las alarmas de recesión económica, que difunden con toda su parafernalia, mediante los medios de difusión de masas, se atribuyen a cabildeos que tienen por objeto apelar a las autoridades económicas para que tomen cartas y resuelvan en la medida de sus atribuciones, problemas concebidos y emanados de las consignas básicas del sistema neocon, consistentes, en que el Estado debe ser liberado de toda obligación protectora de los necesitados de auxilio, a excepción, de cuando las víctimas son los poderosos, en cuyo caso, el Estado, debe socorrer con dinero público a los bancos, que han practicado dispendios especulativos: primtime , riesgos sobre futuros etc,..En una palabra practicar juegos de casino, con cobertura de pérdidas.

A la burbuja inmobiliaria que ha estallado en EE.UU. se le atribuye el origen de la recesión actual, con sus efectos repercutidos en las otras economías occidentales. Ciñéndonos al caso español, tres millones de pisos vacíos que iban destinados a la especulación, presumiblemente adquiridos con prestamos bancarios por los listos bien aleccionados y respaldados por su capacidad crediticia. Sabida la diferencia entre el interés de los créditos y la subida anual de los pisos en los últimos años, han perpetrado un expolio de liquidez a las arcas españolas, cuyas cifras astronómicas en lugar de ser invertidas en bienes inmobiliarios improductivos (al estar desocupados) se hubieran canalizados hacia infraestructuras físicas o en instrucción de nuestros jóvenes, se habría obtenido una rentabilidad efectiva inmensamente superior.

Los instrumentos financieros, al servicio de los lobbys neocons constituyen una fase de las sucesivas estrategias de que se han valido en las sucesivas etapas históricas los dueños del cotarro, para la opresión de los humanos por medios que van de la esclavitud, la ignorancia e infinidad de instrumentos intermedios aplicados desde la impunidad que les da el poder, para ser aplicados sobre los seres sometidos al hambre física y cultural. Hoy, en que se han alumbrado medios que proporcionan: pan y noticias para cada vez a más amplias masas de población, los explotadores deben recurrir a artilugios sofisticados para que no se les vea el plumero: de entre la retahíla de recursos del patrimonio colectivo que se apropian los explotadores mediante: aduanas, subsidios, primas, patentes, patrimonios, transmisiones, propiedades heredadas, privatizaciones, publicidad consumista, despilfarro, degradación planetaria por el consumo desbocado, junto a un sin fin de vicios colectivos incentivados por los pescadores en río revuelto, terminarán por claudicar frente al sentido común, que avala a la meritocracia personal como el valor por antonomasia que tendrá que prevalecer al agrupar: inteligencia, voluntad y ética, como valores preponderantes para ser aplicados al desempeño de las funciones prácticas de la vida.

Los tiempos que se avecinan, desvelarán las fallas estructurales que no se avengan con el empirismo de los hechos, como las deslocalizaciones de empleos a países en los que se pagan sueldos más bajos, compatibles con la austeridad consumista que se practican en los mismos, en contraste con el despilfarro expoliador de los recursos del planeta, incompatibles con la ecología. La pérdida de puestos de trabajo que exceda de los límites soportables por cualquier país, será un desestabilizador de primera magnitud, que unido a la competencia real del mercado, una vez haya sido despojado de todas las coartadas expuestas más arriba que lo desvirtúan de su función primordial : “el producto que tenga la mejor calidad- precio, será lógicamente elegido por el consumidor.”
Últimamente, se está dando la circunstancia, que países tradicionalmente atrasados, han encontrado fórmulas exitosas para liberarse de la pobreza que es el mayor azote humano para quienes la padecen. La rápida difusión que en la actualidad tienen los hallazgos utilizables por amplias masas de población por Internet; es de esperar que sean puntualmente puestos en práctica por los países que se encuentren en la situación de ser redimidos de la más ominosa de las desgracias humanas, ¡ La Pobreza ¡. Consecuencia de ello será, que las clases medias de los países ricos tendrán que apretarse el cinturón, en aplicación de la ley de oro del mercado, al deslocalizarse los puestos de trabajo a los países con sueldos más bajos, soportables por la dinámica costumbrista de los pobres para vivir en austeridad.