03 abril 2008

¿Justicia?

El crucial momento en que se encuentra la justicia en nuestro país, requiere tomar buena nota del cúmulo de disfunciones en las que está incurriendo uno de los tres pilares básicos de la Constitución Española, a saber:
1º) El caso Mari Luz, ha disparado todas las alarmas de descoordinación entre los distintos departamentos de la administración de justicia, al punto, que se atribuyen a dichos fallos la muerte de la niña.
2º) La valoración que hacemos los españoles de la administración de justicia, no está reflejada en encuestas por el ínfimo nivel de aceptación que daría, consecuencia de las razones que damos a continuación entre otras que no nos alcanzan:
3º) Las leyes aprobadas por los parlamentos legislativos, deberían servir de base de aplicación por los jueces, con los matices y/o gradaciones, que les confieren sus atribuciones; ¿qué motivaciones pueden justificar que los jueces para ser elegidos para los más altos tribunales, deben pertenecer a asociaciones: de (progresistas y conservadoras) fuertemente polarizadas entre sí.?
4º) La evidente politización, tanto del Tribunal Constitucional, como del Consejo Superior del Poder Judicial, han hecho escarnio de gran parte de sus deliberaciones, que llegan a resoluciones con empate de votos contrapuestos que las paralizan, así como impeden la renovación reglamentaria sus miembros.
4º) La proliferación de juicios paralelos promovidos por los media, que interfieren y condicionan en gran medida los juicios de mayor cuantía, contribuyen al desprestigio de la judicatura, al politizarla por mimetización con los gobiernos de los jueces.
5º) La impresión que produce ver las enormes pilas de folios de que se proveen los jueces, para ser consultados sobre la mesa de las deliberaciones del Consejo Superior del Poder Judicial en pleno siglo XXI constituyen un esperpento, cuando una pantalla de ordenador facilitaría las consultas, imposibles de hacer en los folios.
6º) La huelga de funcionarios judiciales que tiene lugar estos días, muestra las dependencias de los juzgados atiborradas de legajos polvorientos, que denotan las vigentes mentalidades periclitadas de la administración de justicia, carentes de la eficiencia necesaria para la rápida resolución de problemas judiciales de crucial incidencia social. “La justicia retardada no es justicia”
7º) La moda neocon que tanto ha incidido en los comportamientos sociales en los países afectados, mediante su estentóreo mensaje de minimizar el Estado, ha hecho que los funcionarios públicos, desistan de parte de sus obligaciones profesionales por la merma moral que erige al dinero como único referente a considerar. La huelga de funcionarios de justicia que dura más de dos meses es una muestra de ello.
8º) Hay en España un juez estrella, que demostró un valor fuera de lo común en la resolución de la mayoría de los casos de terrorismo. Estando en la cresta de la ola de popularidad, se prestó para llevar casos internacionales como el de Pinochet, los crímenes de la dictadura militar argentina, además de pedir una excedencia de un año, cuando los juzgados españoles dicen que adolecen de falta de medios y se eternizan en los juicios. Casos como el de los Albertos entre otros, lo certifican.
9º) El caso Marvella constituye un precedente paradigmático para los futuros estudiosos de la especialidad jurídica: tras haber constituido el precedente de la disolución de un Ayuntamiento elegido democráticamente. Se nombra un juez el para el esclarecimiento de los hechos constitutivos de la mayor corrupción urbanística conocida en el país, que tras haber hecho numerosas averiguaciones es relevado.
Se encuentra al cabeza de turco ( un tal Roca) al que atribuyen la dirección de la trama; le asignan un patrimonio declarado de 200 millones de € , (aparte los que tendrá en paraísos fiscales) y que con una fianza de un millón de € podrá salir de la cárcel dos años antes de los que le corresponderían por retraso del juicio. Conclusión, que un esperpento como presenta este caso, tendría que ser objeto de escarnio para una institución que pretende administrar justicia.
10º) Figura también como caso curioso de la administración de justicia en nuestro país el afaire Naseiro, donde unas grabaciones debidamente contrastadas de una conversación telefónica, no fueron admitidas como pruebas en un juicio. Si no son admitidas las pruebas: de imágenes, sonidos, etc.. que se obtienen de los medios de detección de toda clase de infracciones y delitos, deberían ser eliminados los radares que han evitado miles de muertes en las carreteras, las cámaras de establecimientos para combatir los robos, las pruebas de ADN para identificar presuntos delincuentes, que tienen en sus expedientes historial delictivo, etc, etc,..
11º) El tratado Shengel, que pone en comunicación a las distintas policías de la Unión Europea para el control de pasajeros que transitan por los países que la forman, para coordinar las actuaciones propias de los cuerpos de seguridad que velan para la tranquilidad de los ciudadanos, sirviéndose de las sofisticadas tecnologías para el cumplimiento de dichos fines.
12º) No se concibe que una institución básica para un país, como es la administración la justicia, pueda prescindir de los medios más idóneos que proporcionan las técnicas modernas para procurar la excelencia al servicio de los ciudadanos. Las rémoras, retrasos, disfunciones y cuantas deficiencias puedan entorpecer un servicio tan crucial a las sociedades del siglo XXI, debería ser objeto de uno de los importantes cuidados a prestar por los poderes públicos a sus ciudadanos.13º) Las sociedades occidentales, están llevando a extremos de desidia, molicie y abandono, de los servicios públicos encomendados a los gobiernos para la protección de los desamparados por el sistema, en el reinado de los neocns que se están alzando voces, proveniente de la universidad, como el artículo del periódico Publico de 27- 3 – 2008 titulado “ Especulación y crisis: ya basta “ firmado por 40 catedráticos de los países occidentales, que termina: “ Si por libertad debe entenderse la que tienen los poderes dominantes, hoy personificados por la finanza, para someter al resto de la sociedad, digamos inmediatamente que no la queremos. Preferimos otra: la de los pueblos que quieren vivir sin servidumbre a la rentabilidad financiera.”